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CINEMA DE PERRA GORDA

THE NAKED TRUTH (1957, Mario Zampi)

THE NAKED TRUTH (1957, Mario Zampi)

Nunca me cansaré de señalar –siempre que la ocasión me lo permite-, el generalizado desconocimiento que existe sobre la amplia aportación que a la comedia brindó el cine británico una vez concluyó su periodo de esplendor en los estudios Ealing. Es más, estoy totalmente convencido que si se realizara algún estudio en profundidad en torno a esa apuesta por dicho género en la segunda mitad de la década de los cincuenta y el inicio de la de los sesenta, demostraría que su nivel fue, al menos, tan alto como el del mayor de los exponentes de aquel entrañable estudio –hagamos excepción de las películas que firmó el admirable Alexander Mackendrick, siempre más atrevidas tanto en sus propuestas como en su expresión cinematográfica-. Curiosamente, a estas comedias no se les ha reconocido mayor cualidad que la de ejercer de elemento de entretenimiento popular, sin tener la suficiente intuición en el hecho de recabar para este conjunto de títulos, una valoración mucho más elevado de la que –aún hoy- mantienen.

En este sentido concreto, a lo largo de mi andadura como aficionado he podido llevarme bastante sorpresas en este sentido, debido sobre todo al intuido alto nivel demostrado por esas comedias de corte popular, a las que años después le sucedería la ya más vulgarizada y incansable serie Carry On. Pero en este periodo ya delimitado, contamos en primer lugar con la continuidad en la enseñanza que proporcionó el estudio Ealing. Ese tipo de comedida amable y costumbrista, flemática y descriptiva de las clases obreras, no tenía por que verse mermada una vez se cancelara la producción de dicha productora. Un ejemplo de este enunciado, lo constituye la muy apreciable THE NAKED TRUTH (1957, Mario Zampi), una comedia que –como tantas otras compañeras de esta época- jamás fue estrenada en nuestro país, y en la que se destaca el protagonismo compartido de dos de los más brillantes actores cómicos del cine británico: Peter Sellers y Terry-Thomas. El film del italiano Zampi –que desarrolló buena parte de su carrera en Inglaterra-, se suma a tantos y tantos títulos creados en aquellos años, caracterizados por la presencia de un amplio contingente de actores y cómicos, justamente apreciados entre los mejores exponentes del género existentes en su país.

THE NAKED TRUTH es, en realidad, el nombre de una revista absolutamente sensacionalista, que dirige con tanto cinismo como amables modales Nigel Dennis (Dennis Price). Con esta publicación tiene aterrorizados a numerosos ciudadanos más o menos populares, a los que chantajea sin recato si no desean ver plasmados en sus páginas los hechos más oscuros de su pasado. Esa será el argumento de base para esta simpática fábula moral, en la cual finalmente las potenciales víctimas se aliarán por necesidad, y no dudarán incluso en plantear la eliminación del nada escrupuloso editor, al objeto de poder con ello mantener un rumbo en sus vidas bien dispar, pero al cual une el mantenimiento de un status basado en la simulación y unas actitudes hipócritas –algo por otra parte consustancial en la mentalidad británica-. Entre ellos se encontrará un “pseudonoble” –Terry-Thomas- casado por interés con una acaudalada y poco simpática esposa, y caracterizado por una previsible trayectoria de infidelidades; un imitador y showman televisivo –Sellers-, que esconde turbios manejos inmobiliarios; una escritora de aspecto bastante hombruno, que igualmente intenta olvidar ciertas veleidades en el pasado –que en la imaginación del espectador pudieran incluir algún apunte lésbico- y, finalmente, una joven que desea legitimar la relación con un joven y acaudalado industrial. Todos ellos tendrán que unirse –aún en contra inicialmente de sus propios deseos-, para lograr ofrecer una estrategia común y plantar cara a los chantajes de Dennis. El film de Zampi –con guión del experimentado comediante Michael Pertwee-, se centra inicialmente en la descripción de la reacción que mostrarán los cuatro chantajeados de forma individual, describiendo su entorno vital y sus reacciones ante el planteamiento de su particular extorsión. Ello permitirá divertidos instantes como los histrionismos del impagable Terry-Thomas al leer la maqueta del ejemplar que relata sus andanzas, el grotesco intento de suicidio de la escritora –tirándose por el balcón-, o las imitaciones de Sellers en su auditorio televisivo –lo que quizá se insertó como manifestación de sus facultades para disfrazarse e imitar diversos personajes, de las que haría gala en numerosas interpretaciones cinematográficas posteriores-. Pero es una vez se va estrechando el círculo y los chantajeados se van conociendo, cuando se suceden los instantes más divertidos de la función. Secuencias como las de la confusión en la eliminación del chantajista por el personaje que encarna Thomas, que es narcotizado, introducido en un baúl y tirado en una laguna por la escritora y su temerosa hija, o el plan final que les llevará a capturar finalmente al causante de todo el revuelo por parte de los perjudicados, se pueden destacar en una función quizá limitada en su alcance pero sanamente divertida. Una película en la que Zampi destaca por una planificación en consonancia con los modos del cine policíaco británico de la época, y que finalizará con una peripecia de tintes absurdos y elípticamente macabros, en la que finalmente todos los partícipes de esta andadura asistirán a un inesperado final, tras un traslado que les llevará hasta un dirigible. Una conclusión sorprendente que culmina una comedia agradable y divertida, que debe ser reivindicada al menos en la medida de ser un producto interesante y divertido.

Calificación: 2’5

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