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CINEMA DE PERRA GORDA

LAWLESS HEART (2001, Tom Hunsinger & Neil Hunter) [Corazones desenfrenados]

LAWLESS HEART (2001, Tom Hunsinger & Neil Hunter) [Corazones desenfrenados]

Es más que probable que a la hora de destacar las cualidades más visibles de esta brillante y por momentos entrañable LAWLESS HEART (2001, Tom Hunsinger & Neil Hunter), haya que centrarse especialmente al referirse a la supuesta originalidad de su guión, que permite la revisión de una historia a partir de las evocaciones sus tres principales personajes protagonistas, y progresando la función a partir del punto de vista de cada uno de ellos. Ni que decir tiene que no pocos espectadores valorarán especialmente esta circunstancia –algo que ya sucedió con motivo de su estreno en su acogida entre la crítica-. Sin embargo, reconociendo la valía del mismo, y partiendo de la base de que nos encontramos ante otra muestra más de esa vertiente destinada a procurar materiales de base aparentemente novedosos e innovadores, no es esta singularidad por la que me gustaría destacar esta deliciosa comedia, que vuelve a hablar del buen nivel de la cinematografía británica de los últimos años.


Si algo puede reseñarse como virtud destacable de LAWLESS HEART, es la sutil capacidad de observación y comprensión manifestada por sus personajes que se manifiesta desde sus primeros instantes. En ellos se recrea la celebración del funeral de un homosexual que era propietario de un negocio de restauración. Allí se reunirá su familia, representada en su hermana, su novio –Nick (Tom Hollander)- y el esposo de su hermana –Dan (Bill Nighby)-. A ellos dos, habrá que añadir la llegada de un estrecho amigo del difunto –Tim (Douglas Henshall)-. Todos ellos serán los hilos conductores de la historia, que en primer lugar toma el punto de vista de Dan, posteriormente el de Nick y finalmente recrea su historia en torno a Tim. Ambos fragmentos serán narrados definiéndose en rasgos diferentes –muy british el primero, elegantemente observador el segundo, y más alocado el tercero-, brindándonos en su conjunto la reflexión de tres personas que con la circunstancia de esta muerte, tendrán la oportunidad de replantearse sus vidas. Dan lo hará reflexionando sobre la grisura de su vida matrimonial, intentando sublimarla mediante el deseo de una infidelidad que no se llegará a cumplir, y que expresará únicamente en una ridícula fellatio. Por su parte, Nick –el novio del difunto- se planteará la necesidad de abandonar la localidad rural en la que residía, para viajar a Londres y rehacer su vida. Surgirá sin embargo ante él la circunstancia de enamorarse de una joven que no hará más que desorientar su personalidad y su propia sexualidad. Finalmente, Tim intentará reanudar una antigua relación sentimental –que abandonó cuando hace ocho años huyó de su entorno de juventud-. Como colfón del relato, la realidad de ambos se impondrá con tanta amabilidad como sentido de la ironía, evolucionando hacia un destino que en el fondo es el que merecen a partir de cuanto han ido experimentando en el devenir de sus respectivas trayectorias vitales.


Lo señalaba al inicio de estas líneas, y es algo que me parece evidente. Si LAWELESS HEART interesa, e incluso en algunos momentos llega a entusiasmar, es sobre todo por la capacidad de observación que alcanzan con su cámara el tandem formado por los poco conocidos realizadores británicos –que hasta la fecha han realizado otras dos películas más-. Con relajación y siempre expresanndo una mirada tan entrañable como irónica a sus personajes, la cámara se detiene en sus inquietudes, sus dudas, sus reflexiones y sus vacilaciones. Nunca se sitúa por encima de ellos ni tampoco los ridiculiza. En ese sentido, afortunadamente logra describirlos con ecuanimidad, estrechando los elementos que relacionan los comportamientos de unos y otros y complementando el retrato de conjunto de las situaciones planteadas, con las pinceladas que desprenden esas mismas vivencias, según estas son protagonizadas por uno u otro personaje. Si uno se detiene en sus instantes y secuencias, podrá comprobar la limpieza de una planificación que se sitúa a la altura de sus protagonistas, logrando que sus experiencias sean compartidas de forma paralela por el espectador y, con ello, logrando transmitir la humanidad y, al mismo tiempo, la vulnerabilidad de vivir y sentir situaciones que van a servir como detonante para un replanteamiento del futuro de todos ellos. A dicha circunstancia, que duda cabe, contribuye poderosamente una espléndida dirección de actores en la mejor línea de la escuela británica, que por momentos nos trae ecos de esa sencillez heredada del periodo de la Ealing. En el acierto de la labor conjunta de su cast, no se pueden dejar de destacar las excelencias de los trabajos brindados por el eminente Bill Nighby y el joven Tom Hollander –que estoy convencido que para perfilar el retrato de su personaje, tomó como referencia al inolvidable Paul Rudd de THE OBJECT OF MY AFFECTION (Mucho más que amigos, 1998. Nicholas Hytner)-, que quedan más allá de todo elogio.


¿Y qué puede fallar en un conjunto tan equilibrado como el que compone este auténtico cuento moral? A mi juicio, solo se pueden detectar debilidades en el desarrollo del fragmento dominado por el punto de vista de Tim. Más allá de describir su planificación con una deliberada mayor tendencia “dogma”, lo cierto es que su personaje es el menos valioso del trío, aunque en su desarrollo destaque un momento confesional a través de una de sus llamadas telefónicas, que se encuentra entre lo mejor del conjunto.


LAWLESS HEART solo se ha estrenado en España por medio de su edición en DVD –bajo el título CORAZONES DESENFRENADOS-. Si algún día tienen ocasión de llegar hasta la misma, les recomiendo que me hagan caso y la lleven hasta su reproductor. Probablemente se llevarán la misma grata sorpresa que tuve yo, y que tan buen sabor de boca me dejó.


Calificación: 3

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