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CINEMA DE PERRA GORDA

THE SECOND WOMAN (1950, James V. Kern) La segunda mujer

THE SECOND WOMAN (1950, James V. Kern) La segunda mujer

¡Cuanta descendencia generó en el cine norteamericano, la égida generada por la mítica REBECCA (Rebeca, 1940) dirigida por Alfred Hitchcock! Aquel recorrido por los recovecos de Manderley, la memoria sobre un personaje desparecido pero siempre presente, y el matíz psicoanalítico de sus personajes, permitieron una amplísima galería de títulos, en líneas generales castigados y denostados con el paso del tiempo, pero por los que siempre he mantenido una enorme debilidad. Es así como títulos como SECRET BEYOND THE DOOR... (Secreto tras la puerta, 1948), LIGHTNING STRIKES TWICE (La luz brilló dos veces, 1951), UNDERCURRENT (1946), MY NAME IS JULIA ROSS (1945) –ambos firmados por prestigiosos realizadores como Fritz Lang, King Vidor, Vincente Minnelli o el menos consensuado Joseph H. Lewis, generalmente son dejados de lado y menospreciados, aunque personalmente me resulten –dentro de sus imperfecciones y debilidades- particularmente atractivos y disfrutables. Es por ello que siempre que me enfrento ante exponentes de este subgénero, los acojo con tanto interés como cuando lo hago ante un exponente del cine “de juicios” –otra de mis debilidades-, o cualquier comedia americana de la primera mitad de los sesenta. esta ventaja de partida no me ha llevado, pese a todo, a entronizar todos aquellas películas enmarcadas en dicha vertiente que he ido contemplando con el paso de los años. Hay varios de ellos que me pareen más simplistas e insatisfactorios, como pueden resultar STRANGERS IN THE NIGHT (1944) de Anthony Mann y, también este casi oculto THE SECOND WOMAN (La segunda mujer, 1950. James V. Kern).

 

Se trata de una serie B amparada en una de las pequeñas productoras adscritas en la United Artists, exponente tardío de una corriente que ya empezaba a mostrar sus señales de cansancio, después de haber tenido un enorme apogeo especialmente en la segunda mitad de la década de los cuarenta. Como tantos y tantos representantes de este tipo de cine, THE SECOND… se inicia con el relato en off de la protagonista –quién nos evocará un marco tan fascinante como misterioso, eje de la historia que ha vivido hasta entonces. La cámara mostrará en plano general una extraña y atractiva edificación de corte moderno –bastante similar a la que crearía una década después el arquitecto encarnado por Kirk Douglas en la recordada STRANGERS WHEN WE MEET (Un extraño en mi vida, 1960. Richard Quine)-, edificada sobre un pequeño monóculo junto a la costa. Sin duda, se trata de una visión que lleva aparejada cierta fascinación, y que presupone definir a su propietario –Jef Cohalan (Robert Young)-. Se trata de un arquitecto de personalidad -¿un trasunto del Gary Cooper de THE FOUNTAINHEAD (El manantial, 1950. King Vidor), rodada quizá muy poco tiempo antes?-, que en los primeros instantes del film comprobaremos como intenta suicidarse. La acción iniciará un largo flash-back, hasta rememorar su contacto con la joven Ellen Foster (Betsy Drake). Muy pronto percibiremos la extraña personalidad de Cohalan, audaz en su tarea de conquistar a Ellen, y que en su interior mantiene el terrible secreto de la muerte por accidente de su prometida, al tiempo que mantiene fuertes choques con sus compañeros de profesión, especialmente con el atildado Keith Ferris (John Sutton). A partir de dichos perfiles, el film de casi desconocido Kern sigue los senderos y meandros habituales en este tipo de producciones, destacando en ellos los intentos que formula por situar como eje de referencia la escenografía de esa mansión que representa la personalidad del arquitecto. Al tiempo, intentará incorporar algunos elementos de conflicto en la lucha de este a la hora de valorarse como profesional de la arquitectura, en un contexto dominado –ya entonces- por las influencias, una poco sana competitividad y un desmesurado auge del arribismo. Nada de malo tiene seguir dichos recovecos argumentales, en un marco mostrado con cierta atmósfera y una eficacia más o menos competente.

 

Lo que sucede, es que en ningún momento THE SECOND… logra adquirir una personalidad propia y, fundamentalmente sus ocasionales atractivos quedan demasiado limitados por dos lastres de cierta entidad. Uno de ellos es la escasa empatía que ofrece la pareja protagonista. Más allá de una esforzada pero poco brillante Betsy Drake –entonces señora de Cary Grant-, lo cierto es que el generalmente eficaz Robert Young supone un desafortunado miscasting, siendo incapaz de expresar esa ambivalencia interior que refleja una personalidad sospechosamente ligada a la paranoia, intentando forzar en otros momentos ese lado oscuro con expresiones en algún momento ridículas.

 

Pero es que unido a ello, la peripecia argumental de la película entra de lleno en el terreno del artificio y la carencia de credibilidad más absoluta. Sobre todo en ese casi increíble tramo final –al que una atractiva planificación de suspense no logra insuflar de verdadero interés-, en donde cualquier atisbo de coherencia queda por completo anulado, en un imposible intento por ese “mas difícil todavía” que destruye cualquier oportunidad de redondear un planteamiento argumental ya bastante previsible incluso para el público de aquel entonces. Quizá era demasiado pedir un mayor esfuerzo de creatividad en un producto destinado al rápido consumo del público de las posguerra norteamericana, y que pese a todo se mantiene en unos cánones de apagada efectividad. Sin embargo, en títulos como los antes señalados esa circunstancia si se produjo, y también se definían por similares contextos de producción y de destino popular. En esta ocasión, su resultado se quedó un par de peldaños por debajo de lo que puede inducir ese inicio más o menos singular.

 

Calificación: 2

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