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CINEMA DE PERRA GORDA

IT HAPPENED HERE (1965, Kevin Brownlow & Andrew Mollo)

IT HAPPENED HERE (1965, Kevin Brownlow & Andrew Mollo)

¡Cuanto debemos los aficionados al cine a la figura del británico Kevin Brownlow! Eternamente embarcado en la vasta recuperación de diversos elementos del cine del pasado –especialmente de su periodo silente-, bien fuera en solitario o en compañía de nombres como Andrew Mollo o David Hill. En una u otra vertiente, queda para el aficionado la mayestática serie documental televisiva Hollywood (1980) que espera una obligada edición digital, Unknow Chaplin (1983) o Universal Horror (1998) –presente en DVD en nuestro país en  entre los extras de la edición especial de THE MUMMY (La momia, 1932. Karl Freund)-  entre otras muchas demostraciones de auténtico amor al pasado de un cine al que contribuyó a despojar de su patina polvorienta y de olvido. Pero junto a ello, y de manera ocasiones, Brownlow también probó sus armas como realizador cinematográfico, y era de esperar que esa inquietud se reflejara en un tipo de cine que se saliera de los márgenes al uso, al tiempo que en sus fotogramas quedara reflejada el tiempo en que este se insertaba.

Esta difícil circunstancia se plasma con un considerable grado de acierto en IT HAPPENED HERE (1965), que Brownlw firmó junto a Andrew Mollo, siendo para ambos su debut como tales realizadores, en el caso del primero de ellos tras la filmación de un par de cortos documentales. La película parte de una premisa indudablemente apasionante, y que el cine británico en cualquier caso ya había planteado en alguna ocasión precedente; plasmar como hecho consumado la invasión nazi de Gran Bretaña. Podríamos, a este respecto, trasladar dicho enunciado en terreno norteamericano con 49th PARALLEL (Los invasores, 1941. Michael Powell) o como referente más cercano al que nos ocupa, en el igualmente magnífico y sorprendente WENT THE DAY WELL? (1942), rodado además por Alberto Cavalcanti en pleno periodo de contienda. En esta ocasión, los dos cineastas parten de una estructura libre, muy cercana al documental, centrado en la figura de una mujer de edad media –Pauline (una admirable Pauline Murray, encabezando un reparto de actores desconocidos)-.  Se trata de una mujer sumisa ante el hecho consumado de la invasión, carente de ideales políticos, prototipo de esa alienación que el contexto nazi pretende establecer en suelo británico -al igual que en el resto de territorios invadidos-. Lo cierto es que pese a la presencia de partisanos, los alemanes poco a poco van logrando ese objetivo en una parte creciente de una población que prefiere mirar hacia otro lado, o quizá demostrando esa personalidad propia tan poco combativa. La refriega de un grupo de partisanos que eliminará a un grupo de compañeros de Pauline –impactante el instante de la misma, quedando en un fugaz primer plano el rostro destrozado de un oficial nazi eliminado-, hará huir a esta hacia Londres, mientras en su interior ese grado de carencia de concienciación policía irá evolucionando hacia una mesurada simpatía hacia los nazis –no olvidemos el horror de haber contemplado el ataque partisano, sin entender la función de estos como grupos de resistencia-. Una vez en la capital, contemplará la evacuación de la misma –estoy convencido que ese aire casi fantasmal que ofrecerán dichas imágenes, estuvieron en mente por Danny Boyle cuando rodó 22 DAYS LATER… (22 días después…, 2002). Ayudado por la extraordinaria, realista y tenebrista fotografía en blanco y negro de Peter Suchitzky, y haciendo discurrir el film a modo de pequeños episodios casi carente de unidad, el espectador va percibiendo por un lado la evolución interna sufrida por el personaje protagonista –neutral en un momento dado, reticente a formar parte de organización alguna, más adelante influenciada por todos los medios que los nazis imbuyen a los ciudadanos; cine, publicaciones, y cercana al nazismo. Sin embargo, habrá un elemento detonante que hará modificar por completo su percepción. Esta será la visita al matrimonio que encabeza su viejo amigo el Dr. Fletcher (Sebastian Shaw) y su esposa, en cuyo pequeño hogar –han sido expropiados- albergan a un partisano enfermo. Pese al rechazo que le proporciona tal decisión, contemplar como la familia es detenida –y previsiblemente asesinada-, no solo introducirá en su mente un primer indicio de rechazo a esa realidad nazi que le rodea, sino que le propiciará una sanción por parte de sus superiores médicos, enviándola a un hospital rural que bajo su aparente relajación, esconde la cruel realidad de ser el último peldaño para eliminar a enfermos incurables del trabajo en las minas. Pese a las explicaciones de las enfermeras, que solo cumpliendo con su obligación evitarían ser internadas en un campo de concentración, no evitarán el horror de Pauline, quien repentinamente vivirá la llegada de la liberación inglesa. Así pues, mientras los partisanos no dejan de ametrallar a patrullas de nazis que se rinden sin objeciones, en la lejanía ella no deja de ayudar a un moribundo, actuando casi alienada, y quizá ya incapaz de volver a retomar el curso de una vida normal, tras los horrores y confusiones vividos en tan poco tiempo.

Alternando pasajes donde el aspecto documental adquiere una veracidad admirable, quizá sea casualidad relacionar IT HAPPENED HERE con dos títulos coetáneos, como son por un lado THE WAR GAME (El juego de la guerra, 1965), donde Peter Watkins sobre unos parámetros visuales similares planteaba una explosión atómica en suelo británico. El otro, con ser bastante diferente en su apariencia, es REPULSION, igualmente rodado en 1965 por Roman Polanski. Y dicha semejanza viene ante todo dada por el carácter introvertido y alienado del personaje que encarnaba en aquella gran obra por Catherine Deneuve. Pero ya que hablamos de semejanzas, por momentos –aquellos en los que la película acentúa su mirada sobre ese lado bizarro y casi fantastique de una ciudad casi abandonada y en ruinas, por la que pululan apenas civiles, no dejó de recordarme la inmediatamente precedente THE LAST MAN ON EARTH (1964, Sidney Salkow & Ubaldo Ragona) –adaptación de la novela de Richard Matheson “I Am Legend”, hoy día afortunadamente reivindicada tras largos años de ostracismo fílmico-, que en buena medida supuso la referencia tomada por George A. Romero para su –esta si- sobrevalorada NIGHT OF THE LIVING DEAD (La noche de los muertos vivientes, 1968).

Con todas estas influencias, alternando pasajes en los que la parafernalia nazi aparece con todo su esplendor, con otros en los que el intimismo se centra en el personaje de Paulette, lo cierto es que el film de Brownlow y Mollo acierta al ofrecer un conjunto revestido de los suficientes matices, para que cualquier espectador pueda comprender los modos que utilizaba el nazismo destinado a la educación de las masas, convenciéndoles no solo de la eficacia, sino de la necesidad de su enunciado. Secuencias como la del cuestionario al que asiste Paulete, en donde oficiales invasores van justificando su odio a los judíos –quizá en un pasaje algo discursivo-, irán complementadas con otras más valiosas a nivel cinematográfico, como los documentales que la protagonista contemplará en el cine, todos ellos laudatorios en torno a la valía de esta invasión, que se pretende ofrecer como una alianza entre dos naciones que ya se enfrentaron en la I Guerra Mundial, pese a ciertos escarceos de amistad entre ambas. Por momentos, y aunque me voy a referir a un título ligado totalmente a un terreno netamente dramático, IT HAPPENED HERE me recordó el magnífico film de Fred Zinnemann THE SEVENTH CROSS (1944), basado en la novela de Anna Segers, que destacaba por el alcance dialéctico que mostraba –dentro de una estructura de melodrama- a la hora de justificar la actuación del nazismo en medio de una población adormecida, y solo deseosa de encontrar trabajo y un cierto grado de bienestar, que Hitler les ofreció, a costa de tener que asumir esas atrocidades que quedan entre la cima de lo más aberrante jamás albergado por la sociedad moderna.

Unido a ese alcance del intento de alienación apoyado por esas autoridades nazis establecidas en la Inglaterra que propone la película, la misma destaca por esa capacidad de mostrar una decidida apuesta por la desdramatización de sus episodios –por más cruentos que estos sean-; algo de lo que será especialmente relevante la actuación de los partisanos ante los jóvenes nazis que van siendo liquidados sin ninguna piedad. En definitiva, que pese a ciertos pequeños altibajos, lo cierto es que ambos cineastas lograron plasmar una propuesta insólita en su ejecución, acercarse a otros referentes con los que mantenía ciertas semejanzas y, sobre todo, hacerlo, desde un prisma tan aterrador como carente de sentimentalismo alguno. Como absoluta paradoja, Brownlow y Mollo plasman algo que nunca sucedió en realidad, aunque sus procedimientos sean absolutamente creíbles, tanto en sus contenidos como en su visualización en apariencia desestructurada. Sin duda, una propuesta tan arriesgada como, por momentos, apasionante.

Calificación: 3’5

1 comentario

nahud -

o trabalho de kevin é muito bom...

cumprimentos cinéfilos.

O Falcão Maltês