DEMENTIA 13 (1963, Francis Ford Coppola)
La verdad es que asumí la visión de este primer film filmado por Francis Ford Coppola –que firma sin el “Ford”, como posteriormente volvería a hacer- con muchísimo temor. Mas allá de la arqueología que podía proporcionar acercarse a esta obra de debut, lo cierto es que las experiencias previas de haber participado en la horripilante THE TERROR (1963) de Roger Corman y la temática elegida hacían presagiar lo peor. Es por ello que su resultado, con todas sus limitaciones y notorias simplezas me resultó moderadamente atractivo.
DEMENTIA 13 (1963, jamás estrenada comercialmente en España) es uno de tantos thrillers puestos de moda en las primera mitad de los años sesenta, que bebe de forma poderosa de PSICOSIS (Psycho, 1960. Alfred Hitchcock) -¿Habrá algún film mas influyente que este en el cine moderno?- En esta ocasión la interesante y al mismo tiempo chirriante secuencia progenérico nos muestra con una extraña planificación y un casposo sonido de canción roquera la descripción del personaje de Louise (Luana Anders, la esposa de Vincent Price en la cormaniana EL PÉNDULO DE LA MUERTE (The Pit and the Pendulum, 1961), la ambiciosa esposa de John Haloran. A este se le provoca un infarto en pleno viaje nocturno de barca y muere, procurando su esposa hacer creíble su ausencia ocultando su fallecimiento –lo tira al fondo del lago, junto a la radio que aún le funciona entonando la sonatina rockera-. A continuación se refugia en el castillo de la familia de su marido para intentar que su suegra modifique el testamento que la haría heredera. Una vez en el castillo de los Haloran se producen varios asesinatos que comienzan por la propia Louise y se relacionan con la lejana y accidentada muerte de la hermana pequeña de la familia, Kathleen, años atrás. La confluencia de ambas situaciones –en la que se implica tanto la dueña de la mansión como sus dos hijos, uno de los cuales está a punto de casarse- crea una extraña situación que el Dr. Caleb (Patrick Magee) investiga, hasta que finalmente esta se resuelve.
Es evidente que con este pequeño relato nos hacemos cargo de las enormes limitaciones y servilismos de DEMENTIA 13. La deuda con la obra maestra de Hitchcock es mas que evidente, y es en secuencias como la de la huída de Louise tras la muerte de su marido o la de su propio asesinato –que proporciona una curiosa variante acuática de la célebre secuencia de la ducha, integrando la tendencia nudie con la que Coppola inició su trayectoria-. Al mismo tiempo, la obra primeriza de Coppola retoma algunos planos o secuencias de THE HAUNTING (1963, Robert Wise) –sobre todo exteriores filmados en la mansión irlandesa, aunque también algunos interiores-, y su temática sería abordada retomada de conocidos referentes de producciones de la británica Hammer –films de Seth Holt, Freddie Francis, etc-, y posteriormente aplicada por otros directores de la American Internacional como Curtis Harrington –LA MUERTE LLAMA A LA PUERTA (Games, 1967)- e intentando combinar el thriller con elementos aparentemente sobrenaturales. En este aspecto, lo cierto es que la película de Coppola es bien poco destacable. Nada se sale de madre, todo es previsible, el que parece mas sospechoso es finalmente el mas inocente y viceversa.
Al mismo tiempo, serían muy abundantes tanto las incongruencias como las chapuzas que se establece en lo que es un sencillo complemento de cartelera de serie B –desde su pobrísima ambientación irlandesa, la escasa integración de secuencias como la de la boda de Richard, (William Campbell). La psicología de sus personajes es inexistente, los clichés abundan. Sin embargo, creo que el conjunto... funciona. Si DEMENTIA 13 tiene alguna notoriedad es por la posterior trayectoria de su realizador. Sin embargo, hay que decir en su favor que la película ofrece los suficientes alicientes como para no ser despachada de un plumazo. En primer lugar su atmósfera es interesante, está muy lograda. Me recuerda por momentos la de la por otro lado sobrevalorada LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES (Night of the Living Dead, 1968. George A. Romero). Su fotografía en blanco y negro y sus propias irregularidades permiten destacar sobre todo el valor de diversas de sus secuencias. Es evidente que Coppola ya demostraba ser alguien inquieto en la narrativa y la planificación, y aún reconociendo las enormes influencias, casi plagios –que por otro lado han realizado tantos otros-, los resultados al menos logran una cierta inquietud, un cierto esfuerzo en buscar detalles cinematográficos de interés. Ese intento de al menos resultar convincente en un terreno trillado y lleno de producciones deleznables, quedará al menos como una mezcolanza todo lo corta de vuelos que se quiera, pero en modo alguno desdeñable. Destacar la presencia del británico Patrick Magee, que muy pronto se incorporaría en el rodaje de LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA (The Masque of the Red Death, 1964).
Calificación: 2
2 comentarios
Dario -
Rachel B. -
Besos