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CINEMA DE PERRA GORDA

Stephen Herek

ROCK STAR (2001, Stephen Herek) Rock Star

ROCK STAR (2001, Stephen Herek) Rock Star

No se puede decir que esperara gran cosa con el visionado de ROCK STAR (2001, Stephen Herek). Tan solo justificar que malgastara noventa minutos de mi vida por que a veces también apetece ver una nadería que sirva para cubrir una tarde dominguera. Y es en esta vertiente donde considerando la nulidad de su resultado, la verdad es que la película responde –plano por plano- a esa larga lista de convenciones que han venido atesorando el cine norteamericano a la hora de trasladar a la pantalla historias relacionadas con jóvenes que muestran sus inquietudes musicales, especialmente vinculadas al mundo del rock. Decenas y decenas de productos generalmente interpretados por cantantes y destinados al consumo alienante de un público adolescente que deseaba identificarse con las figuras que encarnaban sus ídolos.

Buena parte de esa tendencia está presente de ROCK STAR, que pienso con sinceridad que se concibió fundamentalmente para buscar un éxito comercial por el protagonismo de un Mark Wahlberg al que sin duda debió resultarle familiar este mundo, puesto que en su juventud destacó por participar en un grupo de rap. En cualquier caso y si se hizo con esa intención, la verdad es que los resultados comerciales no acompañaron. Y es que a veces la lucidez también está presente en el espectador, siquiera sea este de índole consumista. En la película Wahlberg interpreta a Chris “Izzy” Cole, joven cabeza de un “grupo de tributo” que se dedica a interpretar canciones de una conocida banda roquera –los Steel Dragon-. No solo interpretan las mismas sino que la mimesis se extiende a su forma de vestir en la Norteamérica de los años ochenta. Un buen día este romperá con sus compañeros de banda y casualmente recibirá una llamada del líder de la banda que tanto admira para poder incorporarse como cantante del grupo. Como es de prever eso será para el muchacho su sueño dorado y muy pronto se iniciará para él la fama, a la que se unirá su innegable carisma y personalidad en el escenario.

La llegada de una vorágine proporcionada por el hecho de alcanzar la fama, le llevará a introducirse en un mundo de mujeres, bebida... viajes y lujos continuos, que le llevarán a perder su perspectiva de la vida y a la separación con su novia y fiel manager –Emily (Jennifer Aniston)-. Pese a ese momentáneo desorden en su vida, y como está mandado, Cris recapitulará y finalmente abandonará la banda introduciendo repentinamente a un sustituto que parecía llevar idéntico sueño que él, y retornando a sus raíces buscando una música más íntima y volviendo, como era de prever, con su novia.

Está claro que la consecución de este argumento está plagada de tópicos y lugares comunes, desaprovechando una ocasión para poder tratar en la pantalla la alienación que en la juventud han provocado las ciegas admiraciones a los grupos de música moderna. En su lugar, se prefiere ofrecer un recorrido absolutamente previsible que concluirá de la forma más reaccionaria posible, con la serenidad del cantante y el retorno a la mujer a la que debe fidelidad. Pero es que buscar algo de sensatez en una película de estas características es como pedir agua en el desierto. ROCK STAR prefiere inundarnos con las habilidades de Wahlberg encarnando a un músico roquero caracterizado y vestido de la forma más ridícula posible –algún día habría que hablar sobre los atroces accesorios y looks implantados por la música moderna-, y en donde narrativamente el mediocre Stephen Herek solo se permite grúas por doquier, ralentis de lo más ridículo, situaciones apenas esbozadas, momentos confesionales absolutamente previsibles y una continua sensación de malgastar dinero en una producción que de antemano sabemos no va a producir nada nuevo –por cierto, uno de los productores es el “progresista” George Clooney.

Cierto es que ROCK STAR podría ser aún peor de lo que es. Su propia ligereza impide que nada pueda resultar definitivamente abominable. Pero aparte de preguntarnos que hacían en semejante función Jennifer Aniston y el británico Timothy Spall, al menos la película es de corta duración y su mediocridad no llega al extremo de lo insufrible.

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