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CINEMA DE PERRA GORDA

THE NAKED JUNGLE (1954, Byron Haskin) Cuando ruge la marabunta

THE NAKED JUNGLE (1954, Byron Haskin) Cuando ruge la marabunta

Recuerdo un comentario que señalaba con cierta malicia –cuando THE NAKED JUNGLE (Cuando ruge la marabunta, 1954. Byron Haskin) se estrenó en su momento en nuestro país-, que en su versión original “las hormigas corrían desnudas”. Se trata sin duda de una apreciación tan ingenua como en última instancia reveladora de la intuición que se vislumbraba al observar este aparente film de aventuras, en el que la sexualidad reprimida deviene como principal constante de su propuesta.

 

Joanna (Eleanor Parker) es una joven viuda que ha decidido abandonar New Orleans y casarse por poderes con un poderoso terrateniente de Sudamérica –Christopher Leiningren (Charlton Heston)-. Leiningren es un hombre rudo y atractivo que esconde cualquier atisbo sensible de su personalidad, logrando tras años de arduo esfuerzo formar una plantación en la que cuenta con el aprecio de todos sus trabajadores. No sucederá de la misma manera a partir de su encuentro con la que ha “contratado” como su esposa. A pesar de todos los esfuerzos de Joanna por integrarse en un entorno físico aparentemente opuesto a su sensibilidad, y al hecho manifiesto de la atracción que siente sobre él, todos sus intentos se ven frustrados por el rechazo de Leiningren, que no podrá soportar fundamentalmente la circunstancia –de la que no le habían informado-, de que su esposa ya se había casado anteriormente –“siempre me gusta tener las cosas nuevas” llegará a manifestar-. Esta oposición de caracteres llevará a la intención del terrateniente de disolver una unión que considera fracasada sin ni siquiera haber intentado desarrollarla. Por ello, decidirá que Joanna regrese a su ciudad sin contar que la presencia de una amenaza que se manifiesta por el entorno de la plantación –la llegada de la temible marabunta-, hará modificar los planes de ambos, y quizá lograr lo que ellos, por su propia iniciativa, no habían llegado a conseguir.

 

Son varias las virtudes que permiten definir THE NAKED JUNGLE como un pequeño clásico –malgré lui- del cine de aventuras. La primera de ellas, visible desde el primero de sus fotogramas, es la extraordinaria textura visual de su conjunto, amparada con el cromatismo genuino del color de la Paramount –y en el que la aportación del especialista en el color Richard Müeller resulta decisiva-. Otra de sus virtudes es, que duda cabe, la capacidad de Byron Haskin –al que se la han de reconocer una serie de aportaciones valiosas dentro de diversas modalidades del género- de combinar las constantes del cine de aventuras, la oposición de los dos personajes protagonistas, la amenaza latente que se evidencia desde los primeros instantes –esas gaviotas cuyo vuelo anómalo auguran sombrías novedades-, y finalmente la dosificación del estallido final –apenas unos quince minutos con la eclosión de la invasión de las hormigas, en la que se adivina la querencia del productor George Pal con la integración de efectos especiales-, contribuyen a la configuración de un conjunto extremadamente atractivo, que ha logrado sobresalir dentro del conjunto de títulos aportados a la aventura fílmica por la Paramount en un periodo tan intenso dentro del cine de géneros.

 

Y si antes señalaba el rasgo de clásico del cine de aventuras malgré lui, lo hago por que, aunque son constantes las referencias al marco del género en el que aparentemente se inscribe su propuesta, en realidad THE NAKED… es un melodrama exacerbado, en el que esa aparente inserción aventurera, en realidad se centra en el estudio de caracteres, volcando todo su contraste en la oposición de los personajes que encarnan –de forma intensa y llena de fisicidad- Eleanor Parker y Charlton Heston. Siguiendo la estela de abstracciones dentro del género como la elaborada por Jacques Tourneur en APPOINTMENT IN HONDURAS (Cita en Honduras, 1953), Haskin manifiesta el principal eje vector de su relato en el conflicto que se establece entre una mujer de apariencia sensible pero interiormente llena de tenacidad y fortaleza, y un hombre que se expresa de forma contraria –exteriormente intenta esconder aquellos aspectos que pueden delatar una personalidad finalmente sensible, como esos libros de lectura de poesía o su inquietud por la música clásica-. Es así como se desarrollará un juego entre el gato y el ratón, que quizá en el fondo ambos están deseando propiciar, pero que finalmente tendrá que trasladar a la superficie la amenaza común de la marabunta, como si se exteriorizara un exorcismo del enfrentamiento entre dos personalidades aparentemente contrapuestas, pero que interiormente se expresan como la otra cara de la misma moneda.

 

Propuesta concisa, que sabe alternar situaciones arquetípicas del género con un ritmo impecable, admirablemente resuelta en todas las secuencias que rodean la progresiva e implacable amenaza de las hormigas –cuyo influyo llega a manifestarse de forma aterradora-, ingeniosa en la singularidad de su propuesta, THE NAKED JUNGLE perdurará en la memoria del aficionado por la intensidad con la que se muestra una sexualidad reprimida. Momentos como aquel en el que el vestido de Joanna se mancha de barro en su huida por la selva, o el inmediatamente posterior en el que los dos protagonistas están a punto de exteriorizar la atracción que sienten el uno por el otro en el interior de la tienda de campaña y en medio de la inmensidad de la selva, hablan por si solos de las posibilidades existentes en la pantalla para transmitir sentimientos y emociones dentro de una aparente propuesta de tarde dominguera.

 

Calificación: 3

1 comentario

Feaito -

Concuerdo con tu apreciación Juan Carlos. Este filme es uno de mis favoritos y lo he visto muchas veces. La tensión sexual entre los personajes interpretados por Eleanor Parker y Charlton Heston se respira en el aire y en su lenguaje corporal. Creo que es una de las películas noretamericanas de la década de los cincuenta con mayor intensidad en este aspecto. La química entre Parker y Heston es formidable. Las hormigas son el mero telón de fondo de este choque de dioses...que culmina con la final consumación de la pasión que los domina.