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CINEMA DE PERRA GORDA

AND NOW TOMORROW (1944, Irving Pichel) El porvenir es nuestro

AND NOW TOMORROW (1944, Irving Pichel) El porvenir es nuestro

A la hora de hablar sobre personalidades extrañas dentro del cine y la cultura norteamericana, por fuerza habría que insertar en un lugar especial la figura del actor, director y productor Irving Pichel (1891 – 1954), conocido sobre todo por su filiación progresista, que le granjeó enormes dificultades en el periodo maccarthysta. Junto a ello, su andadura como director e incluso la de actor –he ahí su siniestro rol en DRACULA’S DAUGHTER (La hija de Drácula, 1936. Lambert Hillyer)-, aparece ligada de manera intermitente con el fantastique, en donde aparece con especial brillo el admirable THE MOST DANGEROUS GAME (El malvado Zaroff, 1932), codirigido junto a su compañero en dichas tareas, Ernest B. Schoedsack.

En cualquier caso, preciso es reconocer que su andadura como director deviene casi caótica, desconcertando al espectador con títulos de relativo interés, y otros en los que se vislumbra con claridad un enervante estatismo dramático. Es una irregularidad que he podido percibir entre aquellos títulos suyos que he podido contemplar, de entre los casi cuarenta de que consta su filmografía, y que de algún modo se percibe en el apreciable AND NOW TOMORROW (El porvenir es nuestro, 1944), rodada para la Paramount. De entrada hay que consignar como detalle curioso –aunque no se perciba en la narración- la presencia como coguionista de Raymond Chandler, y al mismo tiempo apreciar en su discurrir el protagonismo del entonces joven Alan Ladd. Será este uno de los títulos que pueden justificar el estatus estelar de una de las principales figuras del estudio, confrontándolo en esta ocasión con la magnífica Loretta Young, que en la película interpreta a la sensible Emily Blair, descendiente de una adinerada familia de Blairtown, quien sufre desde hace dos años una sordera que ha dilatado su vida cotidiana. La película se iniciará mostrando a la joven en una de las ya comunes visitas mantenidas a diversos especialistas, quienes no han podido establecer remedio a su drama particular. Con un enorme sentido de la síntesis y, en ocasiones, una planificación impecable y sobria, Pichel describe a la perfección el primer contacto mantenido entre Emily y Merek Vance (Alan Ladd), que se establecerá en una cafetería, siéndonos mostrados ambos en un plano general encuadrándolos a los dos mirándose a través del espejo de la misma. Poco después, en la estación del tren, Vance salvará a la joven de un accidente, descubriendo su sordera. Ya en el viaje, una serie de breves flashbacks nos pondrán al corriente del drama interior sufrido por Emily, y su desesperanza a la hora de encontrar solución al mismo.

Lo que ella desconoce en ese momento es que ese joven de agradable presencia con el que se ha encontrado, es un especialista muy sui generis en la materia, que debido a los éxitos que ha obtenido en Pittsburg con determinados pacientes, ha sido reclamado por un viejo amigo de la familia, el Dr. Weeks (Cecil Kellaway), para que ponga en practica sus teorías en torno a esa mujer de buena familia, que entremezcla en su personalidad una notable sensibilidad, con ciertos atavismos de clase alta que entorpecerán su capacidad de relación. Emily al mismo tiempo ha decidido en estos dos años, dejar en el aire el compromiso mantenido con Jeff Stoddard (Barry Sullivan), quien sin ella saberlo se irá acercando a su hermana Janice Blair (Susan Hayward). Las costuras de dicha circunstancia discurrirán por el sendero de los convencionalismos. Sin embargo, el principal atractivo dramático de AND NOW TOMORROW, se centra de manera muy especial en la extraña relación que se establecerá entre Emily y Merek, a partir del momento en que acceda a someterse al proceso de cura establecido por el último. Será, en última instancia, una cierta claudicación a esa cierta altanería que le caracteriza, estableciéndose entre ambos un inicial juego psicológico, que muy pronto asumirá la paciente, sin esconder la creciente atracción que siente hacia ese joven dulce pero enérgico, en quien tiene puestas sus esperanzas de futuro. Serán imágenes en las que, por si a alguien le cabía la menor duda, se plantea una vez más esa química de los actores, tan necesaria en el cine norteamericano, y que permitirá contemplar la compenetración marcada entre dos intérpretes de estilos tan opuestos y, sobre todo, el extraño brillo que generaba en pantalla un actor en el fondo tan limitado como Alan Ladd. Más allá de lo falsas e impostadas que siempre fueron sus sonrisas, más allá de que hubiera que disimular en todo momento su baja estatura, lo cierto es que Ladd aparece como ejemplo paradigmático de ese brillo de una estrella sin especial aporte dramático. Al contrario de la naturalidad y sensibilidad demostrada por la Young –siempre magnífica intérprete-, Ladd aparece con ese ángel especial, capaz de hacerle  llenar la pantalla con la sola presencia de su rostro, e incluso proporcionar a AND NOW TOMORROW de cierta aura noir, a lo que ayudarán las secuencias nocturnas de exteriores –sobre todo aquella en la que este descubre como el prometido de Emily se está relacionando con su hermana-. Asimismo, el film de Pichel no abandonará en ningún momento esa vertiente de conciencia social ausente hasta entonces en la protagonista, que se plasmará en el magnífico fragmento de la visita de Vance a una humilde familia, cuya esposa fue compañera de colegio de Emily, a la que recibirá con hostilidad, pero de quien se disculpará emocionada al ver la entrega de esta, quien a partir de entonces mostrará una mayor sensibilidad ante todo lo que le rodea.

Cierto es, que en última instancia, el film de Pichel no apura las posibilidades que plantea en sus momentos más brillantes –esa charla mantenida entre los protagonistas en el jardín de la mansión, antes de que Emily decida casarse con Jeff asumiendo su definitiva condición-. En definitiva, pese a la ausencia de un mayor componente dramático –resulta un tanto decepcionante la ligereza con la que se resuelve el conflicto y los malentendidos entre los protagonistas, e incluso la inesperada recuperación de Emily y su descubrimiento de la infidelidad de Jeff y su hermana- que hubiera podido establecer un melodrama de fuerte impacto –el caso de la posterior JOHNNY BELINDA (Belinda, 1948. Jean Negulesco). En cualquier caso, pese a echarse de menos un superior arrojo en ese componente de crítica social planteado, lo cierto es que AND NOW TOMORROW aparece como una agradable crónica de costumbres inserta en un drama que, de manera clara, sirvió para emparejar a dos grandes estrellas de estudio, logrando en este aspecto concreto un resultado óptimo.

Calificación: 2’5

5 comentarios

Jorge Trejo Rayón -

OLVIDÉ MENCIONAR QUE ESTA PELÍCULA LA VI EN SU PASE TELEVISIVO Y ME GUSTÓ MUCHO...

Jorge Trejo Rayón -

ES VERDAD QUE MUCHOS ACTORES DE HOLLYWOOD TUVIERON QUE LUCHAR CONTRA SU APOSTURA, YA QUE MUCHAS VECES SE LES CONSIDERÓ INEXPRESIVOS O MALOS ACTORES COMO ES EL CASO DE GENTE COMO JOHN PAYNE, TYRONE POWER, ERROL FLYN Y EL MISMO LADD, QUE FUERON MUY BUENOS Y SENSIBLES ACTORES. EN CUANTO A LAS DAMAS, BASTABA QUE FUERAN BELLAS, LO OTRO, ESTABA DE MÁS.

Gorkus -

"Tomorrow is forever" (1946) es una gran película que le eleva en su condición de mero artesano.

Teo Calderón -

Perdón, se me olvidó "firmar" mi comentario.
Teo Calderón.

Anónimo -

Lo primero, confesar que no conozco esta película y si escribo estas líneas es movido por la presencia de Alan Ladd, actor que se convirtió para siempre en mi "favorito" a partir del día en que con seis añitos mis tías me llevaron al cine para ver "RAÍCES PROFUNDAS". ¿Por qué siempre que alguien escribe sobre una película suya parece inevitable esa muletilla que alude a su "inexpresividad" y su estatura? (si damos por buenos los datos, Bogart y él medían exactamente lo mismo). Podría aquí defender algunas de sus composiciones ("EL CUERVO", "RAÍCES PROFUNDAS"...) pero se me notaría demasiado la pasión y no es el caso.
Repasando la filmografía de Irving Pichel (al que ahora no soy capaz de elevar por encima de su condición de domesticado artesano) he comprobado que sólo he visto cinco de sus películas. Salvo esa simpática serie B titulada "CON DESTINO A LA LUNA", vista en un cine de barrio cuando era un chaval, las otras cuatro las he ido descubriendo en pases televisivos y confieso que de ninguna guardo un recuerdo especialmente grato, con la excepción de ese católico melodrama embadurnado de misticismo que es "EL MILAGRO DE LAS CAMPANAS" que, bueno, contaba con un elemento siempre atractivo como es el cine dentro del cine y con una Alida Valli tan bella como buena actriz.
Ya tengo una misión en la vida: descubrir "AND NOW TOMORROW".