LES ENFANTS TERRIBLES (1950, Jean-Pierre Melville) [Los niños terribles]
En numerosas ocasiones el resultado de una película ha sobrepasado con mucho la posible implicación del realizador. Un ejemplo de este enunciado podría ser el título que nos ocupa –LES ENFANTS TERRIBLES (1950, Jean-Pierre Melville). Y es que aunque Melville ya había efectuado su debut como realizador pocos años antes con la excelente LE SILENCE DE LA MER (1949), es evidente que en esta ocasión que se sintió muy imbuido por el mundo literario y estético del francés Jean Cocteau, hasta el punto que podría decirse que Cocteau es quien realmente sobrelleva esta historia ampulosa, cargada de retórica, de atracción homosexual, de intentos incestuosos, y que, ciertamente, resulta en nuestros días tediosa y pueril. Puede que en el momento de su realización alcanzara el hilo del escándalo, pero creo que muy poco después, las enormes debilidades del film simplemente le ofrecen el rango de desaforada arqueología del cine francés.
LES ENFANTS TERRIBLES se inicia con una pelea de nieve entre colegiales, en la que Paul (Edouard Dermithe) resulta herido y recibe los cuidados de su hermana Elizabeth (Nicole Stéphane). En un momento determinado, y coincidiendo con la recuperación de Paul, se adentran en el mundo de los dos hermanos -que han variado de morada hasta una gran mansión-, una joven llamada Agathe (Renée Cosima), de lejano parecido con el muchacho por el que Paul sentía una cierta fascinación –y que lanzó a este los bloques de nieve-, que provocará el interés del muchacho. Por otra parte, se manifestará el recelo por parte de su hermana al comprobar que Paul ha encontrado una mujer en quien fijarse. Hasta el punto llegará la extraña reacción, que Elizabeth interferirá y manipulará la relación que de forma muy sutil se ha ido estableciendo entre su hermano y la joven. La situación se irá agravando y alcanzará tintes de tragedia cuando la ruptura de los dos tímidos amantes sea inapelable.
Invadida en todo momento por una retórica narración en off del propio Jean Cocteau, lo cierto es que LES ENFANTS TERRIBLES invita en buena medida a la carcajada. Acentuada en una teatralidad grandilocuente que no logran encubrir algunos movimientos de cámara de la realización de Melville, no cuesta demasiado imaginarse esta obra teatral original, originando un inofensivo escándalo en las mentes burguesas de la época de su estreno escénico. En la pantalla se conservan intactas todas sus enormes debilidades, acentuadas además por una enervante y crispada interpretación de Nicole Stephane, a la que acompañará Edouard Dermithe, con un físico característico del hombre joven en Cocteau –era uno de sus ahijados-; belleza gélida, rubio, atormentado, etc...
Todo en LES ENFANTS TERRIBLES tiene aroma a naftalina y trasnochado, con elementos concretos que de tanta ingenuidad no pueden por menos que generar la desconfianza del espectador; la forma con la que Elizabeth logra engañar a los dos amantes y romper con su tímida relación.
Realmente si hubiera que destacar algunos valores en la película de Melville – Cocteau, habría que acudir a determinados hallazgos escenográficos, que tendrán su máximo exponente en la falsa habitación que Paul se ha creado en unas enormes dependencias de la mansión, para mantenerse aislado de todos. Mas allá de esa imaginería en ocasiones sugestiva, LES ENFANTS TERRIBLES no es más que la prueba de lo caduco que queda en nuestros días el “mundo expresivo” de Jean Cocteau, que quizá fuera en el pasado un intocable de la cultura francesa, pero a otros se nos antoja un artista de parciales logros, y con una aportación cinematográfica realmente, cuanto menos, discutible. El título que nos ocupa es buena prueba de ello, con la complicidad de un Jean-Pierre Melville que no supo o no quiso desmarcarse de un lastre del que se adueñan sus fotogramas de principio a fin.
Calificación: 1’5
6 comentarios
Pilar -
roxi -
a.y -
gracias
Nathalie -
estoy haciendo un trabajo sobre cine y adolescencia y una de las partes que hago es clasificar según los temas más trascendentes, las películas que he visto. He puesto entre otras Les Enfants Terribles en "Independientes de Su Entorno Parental" , sabes la causa por la cuál no tienen padres y son tan independientes, cuando en realidad son aún muy imaduros?
Gracias, y muy buena tu crítica.
anónima -
Prefiero American Pie.
ada -
Por cierto, genial tú crítica.