FIVE WEEKS IN A BALLOON (1962, Irwin Allen) Cinco semanas en globo
Recuerdo en cierta ocasión haber leído un artículo que recordaba el resultado de una lejana encuesta que valoraba las peores películas de la historia del cine. La vencedora en aquella ocasión –Ed Wood aún no era el objeto de deseo de la misma- fue THE STORY OF MANKIND (1975, Irwin Allen). Título exótico donde los haya, planteaba un repaso humorístico al devenir de la humanidad, albergando un reparto formidable en el que se contaba desde Ronald Colman o Vincent Price, hasta los mismísimos Hermanos Marx. Aquella fue una de las diversas realizaciones que el director-productor-guionista Irwin Allen llevó a cabo entre los últimos años de la década de los cincuenta e inicios de los sesenta. Fueron todos ellos títulos generalmente escorados al terreno de las aventuras fantásticas, basadas en un concepto de “gran espectáculo” y la recurrencia a estrellas de cierto renombre en horas bajas junto a rostros televisivos conocidos de la época. Todo ello, en el fondo únicamente sirvió de adelanto al subgénero de cine de catástrofes que sería toda una moda y al mismo tiempo una lacra durante los años setenta y principios de los ochenta. Este es realmente el único mérito que cabe reconocer a la labor de Allen, ya que el conjunto de títulos que auspició es –a tenor de los que he podido contemplar- francamente lamentable.
Decidí pese a estos nada alentadores augurios visionar FIVE WEEKS IN A BALLOON (Cinco semanas en globo, 1962) con la ligera esperanza de que el paso de los años mitigara las debilidades de estas películas o revelara al menos el peso de la nostalgia. Ni siquiera con ese sentimiento se puede defender una película tan mala como esta, que además fusila sin piedad uno de las más conocidas novelas de aventuras de Julio Verne. Cuando en la industria norteamericana e habían producido estupendas adaptaciones de obras del escritor francés -20.000 LEAGUES UNDER THE SEA (20.000 Leguas de viajes submarino, 1954. Richard Fleischer), JOURNEY TO THE CENTER OF THE EARTH (Viaje al centro de la tierra, 1959. Henry Levin), e incluso de forma algo más cercana en el tiempo se planteó otra de sus adaptaciones con MYSTERIOUS ISLAND (La isla misteriosa, 1961. Cyril Endfield)-, hete aquí que Irwin Allen volvió a demostrar ser uno de los peores directores con que contaba el cine norteamericano en aquellos años. Sus FIVE WEEKS… evidencian desde sus primeros fotogramas una absoluta falta de ritmo –la película es soporífera-, el sentido de la aventura es inexistente y su vertiente de comedia resulta de una indigencia total.
Ni la presencia como guionista del experto Charles Bennett –que siempre consideró su colaboración con Allen una de las facetas más olvidables de su trayectoria-, ni el encanto de su fotografía en vivos colores, hacen olvidar una nueva ronda de viejas glorias tan mal utilizadas como las de los estupendos Herbert Marshall, Cedric Hardwidcle –que se nota estaba bastante limitado en sus movimientos-, Peter Lorre –en uno de sus más ridículos papeles de sus últimos años de carrera-, Richard Haydn –abusando de su voz atiplada-, o Henry Daniell –es mejor olvidar su ridículo rol de árabe maligno, para hacer justicia a su trayectoria cinematográfica-. Todos ellos combinados con las insufribles “gracias” de Red Buttoms y el tupé del cantante Fabian –que cierto es que no molesta demasiado-.
La reunión de estos personajes formarán la tripulación de ese globo experimental que sobrellevará una misión especial en una África inexplorada de finales del siglo XIX, al objeto de frenar los planes de un grupo de exploradores de esclavos, y ser igualmente los primeros en adjudicarse con ello el territorio “sembrando” la bandera británica. Este planteamiento dará pie a “divertidas” aventuras en las que no estarán ausentes danzas folklóricas, incidencias en la selva y huída de villanos árabes. Todo ello intentando aplicar un aire humorístico que, personalmente, llegó a enervarme en ocasiones por la torpeza con que se planteaban en sus imágenes estos apuntes de comedia. En franqueza, y por recurrir a otra adaptación de Verne de similares características y objetivos que la presente, creo que MASTER OF THE WORLD (El amo del mundo, 1961. William Whitney) –con todas sus visibles limitaciones- resulta una obra maestra al lado de este engendro. Incluso, con toda su mediocridad, me quedaría con las dos adaptaciones del escritor galo que Juan Piquer filmó en España a finales de los setenta.
Calificación: 0
3 comentarios
proby -
kevin andres -
lucila -