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CINEMA DE PERRA GORDA

THE MYSTERIES OF PITTSBURGH (2008, Rawson Marshall Thurber) [Los misterios de Pittsburgh]

THE MYSTERIES OF PITTSBURGH (2008, Rawson Marshall Thurber) [Los misterios de Pittsburgh]

Hay ocasiones en las que uno no sabe a que atenerse a la hora de comentar una película, que puede en un momento dado asumir una cálida acogida en un festival cinematográfico, aunque posteriormente a la hora de su exhibición sea casi unánimemente rechazada. Y lo peor del caso, es que suele tratarse en ocasiones de cintas firmadas por directores debutantes, sin un bagaje que les haga adquirir una mirada más detenida en sus cualidades o, en definitiva, en penetrar en la entraña que emana de sus imágenes. Todo ello, es algo que deviene muy común dentro del denominado “cine independiente” norteamericano, y THE MYSTERIES OF PITTSBURGH (2008, Rawson Marshall Thurber) –que podemos recuperar en España a través de su edición en DVD bajo la denominación, traducida literalmente, de LOS MISTERIOS DE PITTSBURGH- supone un ejemplo perfecto de dicho enunciado. Pese a recibir un reconocimiento del Jurado del Festival de Sundance 2008, lo cierto es que no solo recaudó apenas veinte mil dólares en su limitado estreno en las pantallas norteamericanas sino que, ante todo, su recibimiento fue hostil en el conjunto de la crítica de dicho país que se tomó la molestia de comentarla. Una hostilidad esta ante la cual lo más fácil resultaba era mirar para otro lado.

Sin embargo, uno una vez más parece actuar contracorriente, y mirar sin anteojeras cualquier referencia, dejándose llevar, e incluso en ocasiones fascinar, por las imágenes limpias, sencillas, transparentes, pero al mismo tiempo sinceras, de esta adaptación de las novela de Michael Chabon –de la que no pocos adujeron la falta de fidelidad a su referente literario-. Partiendo de la base de mi consideración del hecho cinematográfico como algo libre –aunque parta de bases literarias o artísticas preexistentes-, lo cierto es que la película deviene atractiva desde sus primeros instantes –en los que la voz en off de su protagonista –Art Bechstein (Jon Foster)-, hijo de un veterano y turbio hombre ligado a negocios poco recomendables –Joe Bechstein (Nick Nolte)-, viviendo un verano previo a la consolidación de sus estudios de empresariales. Ello le llevará hasta un entorno alejado del de su progenitor, ejerciendo como ayudante en una librería, donde se desahogará sexualmente con la responsable de la misma. Sin embargo, en una ocasión conocerá a una bella joven –Jane (Sienna Miller)-, con la que se extenderá durante una noche, comprobando el grado de afinidad que se establecerá ante la misma. Al día siguiente, Art recibirá la en un principio amenazante presencia de un joven motorista –Cleveland (Peter Sarsgaard)-, quien le intimidará para llevarlo hasta una vieja factoría en donde, contra todo pronóstico –se tratará del novio de Jane y ha conocido la actuación de este la noche anterior-, iniciarán una relación de amistad que se extenderá a la propia muchacha.

Como si asistiéramos a una actualización de la –bajo mi punto de vista- mediocre JULES ET JIM (Jules y Jim 1962. François Truffaut), lo cierto es que el novel realizador logra plasmar algo tan difícil como una relación a tres bandas, que llegará a superar lo comúnmente establecido. Una relación en la que los tres vértices del triángulo protagonista, intentarán resolver una ecuación imposible. Y lo harán viviendo un verano en el que el amor sobresaldrá incluso las fronteras de la sexualidad ortodoxa, en la que una mujer no dudará en situarse como epicentro del sentimiento de dos hombres a los que ama sin igual… y que así mismo reconocerán llegarse a amar. Con una descripción precisa y sensible del trío protagonista, sabiendo alternar con acierto el uso de la ya señalada voz en off, se va desgranando el contenido de esta sensible tragicomedia centrada en el descubrimiento de la madurez de su protagonista.

Y para lograr el conjunto de un film a mi juicio bastante más interesante de lo que en su momento se le ha reconocido, e incluso en algunos momentos conmovedor, lo cierto es que se insertan algunos elementos que rozan un cierto alcance mágico, como esa propia consideración de la ocasional invisibilidad de Joe en ciertos momentos –denotando en él una especial facultad para la sensibilidad-. Sin embargo, y más allá de encontrar algunos personajes en los que abunda un cierto trazo grueso –es el caso de la encargada de la librería-, aunque proporcione algunos instantes de comedia bastante divertidos –como la manera con la que es recibido el joven dependiente después de que esta lo descubra con Jane-, lo cierto es que el gran acierto de THE MYSTERIES… reside en la entrega que el trío protagonista brindará a sus personajes, otorgándoles una credibilidad que el realizador potenciará mediante una puesta en escena transparente. Y dentro de ellos, no puedo dejar de destacar la garra que proporciona el que supone a mi juicio el rol más logrado del relato. Ese Cleveland cuya ambivalencia nunca nos permitirá intuir que se esconde dentro de su alma, y del que Peter Sarsgaard ofrece toda una creación. Será en torno a él donde se desarrollen las dos secuencias a mi modo de ver más memorables de la película. La primera de ellas –sin duda el instante más hermoso del film, rodado con tanto pudor como convicción-, en el cual este y Joe se funden en un beso tras haberlo salvado de una paliza, haciendo ambos el amor hasta que son descubiertos por Jane, y el otro –como no podía ser de otra forma-, la manera con la que se describe su propia huída tras la trampa que le tenderá el padre de Joe –para con ello eliminarlo de su círculo de amistades-, hasta inmolarse en la cima de la torre más alta de una fábrica que, sin estar funcionando, sigue exhalando humo.

El verano concluirá y, con él, la renuncia de Joe a la influencia y el destino al que quería confinarle su padre. La experiencia servirá para que el joven y Jane retomen su relación, aunque en el fondo de cada uno de ellos –sobre todo en el de ese muchacho caracterizado por su exquisita educación-, siempre quede el recuerdo del sonido de las botas de Cleveland al andar. Con tanta humildad como sinceridad, THE MYSTERIES OF PITTSBURGH es, bajo mi modesto punto de vista, una pequeña película que dice mucho más de los sentimientos, que muchos otros títulos prestigiados en nuestros días.

Calificación: 3

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