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CINEMA DE PERRA GORDA

Colin Higgins

NINE TO FIVE (1979, Colin Higgins) Como eliminar a su jefe

NINE TO FIVE (1979, Colin Higgins) Como eliminar a su jefe

Dentro del ciertamente poco estimulante panorama que presentaba la comedia americana conforme iban transcurriendo los años setenta -sobre todo en comparación con el periodo de esplendor de la década precedente-, en un momento determinado la presencia de Colin Higgins supuso una efímera esperanza a raíz de la aparición de FOUL PLAY (1978) –JUEGO PELIGROSO en España- una mezcla de comedia de filiación hitchcochiana que sirvió a catapultar a sus dos protagonistas –Chevy Chase y la ya conocida Goldie Hawn-. Sin ser ninguna maravilla FOUL PLAY sirvió para apostar sobre su artífice, pese a que con el paso del tiempo únicamente realizara dos films más en su efímera trayectoria –Higgins falleció de SIDA en 1988-.

En cualquier caso su segunda película conoció un notable éxito comercial, pero lamentablemente no creo que esta aceptación se correspondiera con sus cualidades, ya que estimo que pese a sus buenos momentos, NINE TO FIVE (1979) –COMO ELIMINAR A SU JEFE en España- es una comedia que se sitúa no solo bastante por debajo de su título precedente –con no ser excesivo el interés de la mencionada FOUL PLAY-, sino que en sí misma no sobrepasa el nivel de una gris mediocridad.

Ver COMO ELIMINAR A SU JEFE con el paso del tiempo, supone en primer lugar comprobar lo que ha envejecido el look visual habitual en las películas de aquellos años. Desde su tono fotográfico hasta su rutina visual, la película nos cuenta la lucha que tres empleadas de una gran ofician de empresa –Violet (Lily Tomlin), Doralle (Dolly Parton) y la recién llegada Judy (Jane Fonda)- emprenden contra su superior –Franklin Hart Jr. (Dabney Coleman)-. Una lucha que ejecutan casi por casualidad, pese a que ambas en sus intenciones sí que deseaban poner en practica. Sin embargo, lo que podría ser una excelente sátira contra el machismo o las veleidades y servilismos del ejecutivo medio, se queda en una desvaída parodia que hace añorar tanto al Billy Wilder de EL APARTAMENTO (The Apartment, 1960) como al menos conocido David Swift de CÓMO TRIUNFAR SIN DAR GOLPE (How to Succed in Business Without Really Trying, 1966) –bajo mi punto de vista la mejor comedia musical de la década de los sesenta-. Al mismo tiempo se añora la maestría de un Frank Tashlin en comedias de estas características – es fácilmente imaginable el partido que hubiera extraído de la secuencia en la copistería, las imaginarias fórmulas de cada una de las protagonistas para eliminar a Hart o al look del personaje de Dolly Parton-.

NINE TO FIVE solo alcanza un cierto interés cuando ya ha transcurrido casi la mitad del metraje y a partir del episodio y los equívocos generados en el hospital –Violet cree haber matado accidentalmente a Hart y rapta equivocadamente su hipotético cadáver-. A partir de esa secuencia la película mantiene un cierto sentido del ritmo totalmente ausente en su primera mitad, desplegando un mensaje que apela a la creación de buenas condiciones de trabajo como medio para lograr el alza en la productividad, y alargando innecesariamente el rapto del odioso jefe, por medio de una argucia de guión poco práctica para darle una duración tan extensa.

Afortunadamente, la película finaliza con la presencia del veterano Sterling Hayden en un papel sorprendente dada la gama de personajes por él interpretados tiempo atrás. Realmente bastante poco para una comedia que comete, a mi juicio, el error de una ausencia del tan necesario timming, que trata superficialmente al personaje de Hart, y comete un enorme miscasting con la utilización de una desafortunada Jane Fonda –¡que diferencia con la dotación para la comedia con la que inició su trayectoria cinematográfica¡-, y una Dolly Parton que es la antítesis de cualquier tipo de actriz, sea en el género de la comedia o cualquier otro, conformándose con ser una humanización de un par de tetas con estridente peluca rubia. Bien es cierto que Lily Tomlin demuestra su valía para el género, pero es bien poco para una película que podría haber dado mucho más de sí, y se queda no solo en la superficialidad de sus posibilidades, sino con bastante de sus secuencias envueltas en la inanidad o el tedio, que es lo peor que le puede suceder a cualquier muestra de este género.

Calificación: 1’5