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CINEMA DE PERRA GORDA

SCROOGE (1970, Ronald Neame) Muchas gracias, Mr. Scrooge

SCROOGE (1970, Ronald Neame) Muchas gracias, Mr. Scrooge

Prácticamente desde la segunda mitad de la década de los sesenta, el cine norteamericano intentó sustituir la tradición del cine musical por medio de superproducciones que con un look colosalista pudieran fundamentalmente atraer al público a la taquilla. Se trata de una serie de títulos generalmente muy discutida pero en la que reconozco que algunos de ellos me gustan bastante –son los ejemplos de CAMELOT (1967) y LA LEYENDA DE LA CIUDAD SIN NOMBRE (Paint Your Wagon. 1969) de Joshua Logan y HELLO, DOLLY (1969) de Gene Kelly-, mientras que otros francamente los tengo en la más piadoso olvido. Cierto es que esta apuesta en la mayor parte de los casos no se saldó con éxitos en la taquilla, lo que de alguna manera incidió el acta de defunción del género.

Fruto de este auténtico espejismo para un género que tenía firmada su desparición como tal, el cine británico se apuntó a esta corriente con la simplemente correcta OLIVER¡ (Carol Reed. 1968), con la que además de lograr un gran éxito de taquilla en una cinematografía ya despojada del vuelo que poseía en años anteriores, logró varios premios Oscar y abrió un sendero adaptando obras dickensianas bajo el marchamo del musical. Es evidente que SCROOGE (1970) –MUCHAS GRACIAS, MR. SCROOGE en nuestro país- es una película que siguió dicho sendero. La misma en su momento logró una aceptable acogida comercial pero en modo alguno comparable con su precedente, aunque con el paso de los años –inexplicablemente- ha logrado un cierto alcance de consideración, quizá por tratarse de un claro ejemplo de film navideño.

En cualquier caso, considero que SCROOGE es un producto ciertamente muy discreto, poco logrado, y en el que su condición de película comercial destinado a un público fundamentalmente familiar no impide que sus contados alicientes fragüen en un resultado convicente. Entre esos elementos dignos de ser resaltados figuran una espléndida fotografía de Oswald Morris, una adecuada ambientación –por otra parte obligada en una película de estas características y máxime en el cine británico- y, por supuesto la soberbia labor de ese coloso llamado Albert Finney, que sabe recrear con un deliberado y divertido histrionismo al ávaro Ebenezer crooge, utilizando un bagaje que poco más de una década después supo aplicar a su magistral encarnación en LA SOMBRA DEL ACTOR (The Dresser, 1983. Peter Yates) –una de sus labores más memorables-. Finney retoma de alguna manera los recursos que Charles Laughton –su mentor- hizo populares en el cine británico de décadas atrás, integrándolos con su peculiar y evidente expresividad, gestualidad corporal –especialmente en las manos- y capacidad de albergar distintos tipos de emociones en un personaje proclive al esquematismo y particularmente apetitosos para cualquier actor inglés.

La verdad que más allá de estos elementos concretos, la película es de una considerable grisura, fruto fundamentalmente de la equivocada elección de Ronald Neame para llevar a buen puerto el proyecto. Típico director del que no se conocen en su filmografía ni malas ni, por supuesto, buenas películas, Neame apenas sabe introducir un ritmo adecuado al resultado, contribuye además al maniqueísmo de la trama argumental –lo peor que proporciona la novela de Dickens “Cuento de Navidad”, y como musical ciertamente sus canciones y números musicales se caracterizan por su sosería y falta de punch –quizá con la sola excepción del que sirve como apoteosis, que de alguna manera sigue los rasgos marcados en la mencionada OLIVER!, con la igualmente comparte la presencia sentimental de un niño con el que finalmente se encariña el avaro protagonista-.

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En cualquier caso, y además de la aportación de veteranos actores como Alec Guinness, Kenneth More y la gran Edith Evans –desaprovechada en su breve presencia-, ciertamente si algo cabe destacar a nivel dramático en la película, son aquellos pasajes en los que el elemento terrorífico predomina en el fotograma, logrando algunos instantes verdaderamente inquietantes –y no citaremos entre ellos esa ridícula bajada a los infiernos de Scrooge-. En cualquier caso, esa indefinición de carácter que arrastra de principio a fin MUCHAS GRACIAS, MISTER SCROOGE es la que finalmente sobrelleva el resultado final, realmente desaprovechado, discreto y sin garra, aunque con un cierto asomo de dignidad tal y como correspondería a una superproducción emanada de la industria fílmica inglesa.

Calificación: 1’5


4 comentarios

club de los mentirosos de chile -

En un reciente convención internacional de industriales de calzado,cierto diseñador frances se pavoneava de un modelo de su creación. " ¡Hay, si son tan maravillosamente comodos y elegantes, que alguien corrió con ellos ,la maraton de San Silvestre. en lugar de zapatillas deportivas.
¡ Eso no tiene nada de especial! , se escuchó desde otro lugar del salon. Era Sebastian Piñera, el encargado de negocios de Chile. "En mi pais, la mayoria del calzado femenino, ha superado pruebas,peores que esa, incluyendo el sensual y elegante taco aguja"
!A ver ¡¿Como es eso?, terció una periodista de una conocida revista de modas.
Muy simple ,contestó Piñera. casi todos han batido records de resistencia ,velocidad, y distancia,en los pies de los travestis, huyendo de los neonazis. y no es chiste.

Jose Perez Sola -

Una película,que me gustaría volver a ver, pues es una de mis favoritas y también me gustaría adquirir.
¿Donde puedo encontrarla?.
Mi ciudad de residencia es Pamplona: Gracias

Aristofanes Alemparte. -

La escuela de cine de Chile,sede viña del mar,realizo' el 2005 un concurso de cortometrages,con el aupicio de Merval (Metrotren de Valpàraiso) sobre "HISTORIAS DE TRENES" El primer lugar fuè obtenido por el joven realizador Francisco Pavez con su trabajo :El nieto de Alamiro. Se trata del relato del alma en pena de un ex ferroviario, que ve como van desapareciendo los trenes y su gente con la llegada de los nuevos tiempos.
El segundo lugar fuè para el joven de l8 años Rafael Canifrù Cerda.con EL ULTIMO TRENCITO A PIRINOL. Y se trata de un viaje desde la niñez a la adolescencia,que comienza en un trencito de juguete a cuerda desde Pirinol,el pais de nuestra infancia;donde cuando pequeños eramos constructores,aviadores,arquitectos o ferroviarios. Cuando crece y se enamora ,el trencito vuelve a Pirinol llevando para siempre su infancia.
Aunque obtuvo el segundo lugar entre producciones incluso llegadas del extrangero, La asociaciòn del Patrimonio Ferroviario de Chile le reconociò mas meritos y se ha encargado de su difusiòn por el pais.
Rafael Canifrù C. ganò media beca para estudiar la carrera de "Comunicaciones Audio Visuales" en la Universidad de las comunicaciones de Chile UNNIACC. Felicitaciones.

Aristofanes alemparte -

Hace muchos años que no tenemos, el placer de ver esta pelicula, en epocas navideñas ni en la television abierta, ni en el tv cable. ¿PORQUE?

Y ¿ Donde se puede adquirir la pelicula?