Blogia
CINEMA DE PERRA GORDA

TRAPPED (1949, Richard Fleischer) [Atrapado]

TRAPPED (1949, Richard Fleischer) [Atrapado]

Tras un largo periodo de aprendizaje en el contexto de la serie B de la R.K.O., el norteamericano Richard Fleischer decidió atender el llamamiento que le formularía el también realizador Anthony Mann, para realizar uno de sus ya familiares films policíacos, para lo cual abandonó provisionalmente dicho estudio, ingresando en otro especialmente dedicado a producciones debajo presupuesto; la Eagle Lyon Films, donde firmó TRAPPED (1949) –jamás estrenada en nuestras pantallas, aunque emitida en televisión y editada en DVD con la traducción literal de ATRAPADO-. En dicho contexto de producción, Fleischer no encontró significativas diferencias sobre el cine que había firmado hasta entonces –en el que, todo hay que decirlo, figuraban incluso comedias-, aunque asumió la responsabilidad de firmar una pequeña producción destinada al enaltecimiento de los agentes federales del departamento de tesoro de los Estados Unidos. Ya en los títulos de crédito del film se ofrece un rótulo de agradecimiento a la colaboración dispensada por las autoridades de dicho departamento, mostrándose a continuación un breve documental que relata la labor de sus responsables, detallando las diferentes vertientes del mismo. Un pequeño episodio que ya de entrada limita y deviene antipática la historia que va a ocupar el resto de los poco más de setenta minutos de metraje del film.

 

La historia se inicia en la caja de un banco, donde es detectado un billete falso de veinte dólares que ha aportado una veterana dueña de un humilde establecimiento. Será el inicio de una investigación que se centrará en la recuperación de las planchas utilizadas por unos falsificadores de billetes, de cuyo grupo solo se pudo atrapar a uno de sus componentes –Tris Stewart (Lloyd Bridges)-, al que se intentará convencer para que delate a sus compañeros. Este se negará en principio a colaborar con la policía, aunque a partir de esta dramática circunstancia, la propuesta ofrecida por Earl Felton y George Zuckerman permite a Fleischer un interesante juego de “cajas chinas”, a través del cual se intentará desorientar tanto al propio protagonista como, en segundo término, al espectador. Será esta elección, uno de los mayores elementos de interés de una pequeña serie B que tiene como detalle positivo el alcance documental que nos muestra de un Hollywood desprovisto de ese glamour al que estábamos acostumbrados. En su defecto, los exteriores de la película destacan por la plasmación de la rutina ciudadana de la meca del cine –a la que no se hace alusión en ningún momento-, insertando por el contrario un alcance incluso sórdido, en esos personajes con los que se va cruzando Tris para lograr encontrar a su antiguo compañero de fechorías, que quedó inmune de ir a la cárcel, y que le debe la parte de un motín ejecutado en base a una falsificación. Dicho encuentro proporcionará quizá el fragmento más brillante de la función, en el marco de un apartamento desvencijado, donde el antiguo compañero de nuestro protagonista se mostrará absolutamente alienado y vencido, provocando Stewartd una dura pelea –desarrollada en un único y casi doloroso plano, prolongado y matizado con leves reencuadres-. Será precisamente en esos momentos, en donde la violencia y la tensión domine sus fotogramas –otro ejemplo pertinente lo supone la pelea “in extremis” entre Tris y el ya descubierto agente John Downey (John Hoyt), a quien hasta entonces ha tenido como financiador de su pensado golpe con billetes falsos-, cuando TRAPPED alcanza su máximo grado de interés, dentro de un conjunto que se deja ver con cierto agradado, pero al mismo tiempo denota esa condición de producto subsidiario. Se trata de la incapacidad de aprovechar las posibilidades que emanaban de dicho relato y, en definitiva, las limitaciones manifestadas hasta entonces en el cine de Fleischer de articular en su cine una densidad que superara la mera apuesta por el desarrollo de determinadas secuencias – puntos fuerte, obviando sin embargo la presencia de una sólida estructura dramática. En la ausencia de ese engranaje, máxime cuando nos encontramos ya en un periodo donde el cine policiaco y noir se encontraba en su pleno esplendor, o ese alcance en cierta medida exaltador de la tarea policial –algo que sortearía con mayor habilidad el Henry Hathaway de la, con todo, simplemente estimable, THE HOUSE ON 92ND STREET (La casa de la calle 92, 1945), de la que toma ciertos elementos-, se encuentran algunas de las mayores limitaciones de una película que, ya lo he señalado, funciona sin embargo cuando esta logra expresar estallidos de violencia, como la secuencia final en un almacén de tranvías, en donde sucumbirá finalmente Jack Sylvester (James Todd), auténtico promotor de este negocio de falsificación. En cualquier caso, con ser decisorios todos ellos, hay un elemento que a mi modo de ver contribuye de forma definitiva a limitar en un grado importante las cualidades del título que nos ocupa. Este no es otro que la ausencia absoluta de empatía de todos y cada uno de los personajes que se extienden por la trama. Es algo que empezará por el propio Tris –al que la película abandonará en su destino cuando es de nuevo capturado y devuelto a prisión- y que se prolongará en su compañera Meg Dixon (Barbara Payton), que en ningún momento mostrará cualquier tipo de fascinación –sea esta de grado positivo o negativo-. Ello sin olvidar la escasa simpatía que brinda ese agente camuflado de gangster de pacotilla, y que protagoniza uno de los momentos más involuntariamente divertidos de la función –la increíblemente lenta manera que demuestra a la hora de contar el alijo de billetes falsos que ha pagado a Silvestre-.  No quiero pensar que era esa la intención de Fleischer a la hora de concluir, de modo apresurado, esta pequeña y discreta película, en la que por último resta una cierta fascinación por esos originales de dibujos de billetes, que aparecen en la función como una auténtica obra de arte.

 

Calificación: 2

1 comentario

David Breijo -

No deja de ser interesante que nombres al inicio de tu post a Mann, ya que en su filmografía está la excelente "T-Men", con la que guarda este título algunas similitudes.