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CINEMA DE PERRA GORDA

VIDEODROME (1983, David Cronenberg) Videodrome

VIDEODROME (1983, David Cronenberg) Videodrome

A pesar de estar rodada en 1983, la primera impresión que me ha venido a la mente al contemplar VIDEODROME es la de percibir un extraño epígono de aquellas películas realizadas en la década de los 70 y que denunciaban los abusos de poder y las manipulaciones rozando la ciencia-ficción ¿Se acuerdan de EL ÚLTIMO TESTIGO (The Parallax View, 1974) de Alan J. Pakula? Incluso retrocediendo más en el tiempo podríamos citar dos extrañas películas de John Frankenheimer hoy consideradas de culto; PLAN DIABÓLICO (Seconds, 1966) y la previa EL MENSAJERO DEL MIEDO (The Manchurian Candidate, 1962). En todos estos casos se hablaba de paraonias y miedos latentes en nuestra sociedad que en no pocas ocasiones escapaban a la normalidad aparente de la misma

Sin embargo, VIDEODROME posee rasgos propios. Bajo su carácter casi de serie B tardía y sus aparentes planteamientos quizá en ocasiones un poco simplistas, no es menos cierto que queda finalmente como una de las realizaciones más personales de Cronenberg al tiempo que una velada advertencia sobre el poder manipular de las imágenes de índole televisiva, incluso la videográfica –en el periodo de realización del film el video causaba furor- y, de forma general, de la capacidad de manipulación de la sociedad a través de los mismos.

De forma sucinta, VIDEODROME nos ofrece la odisea vivida por Max Renn (James Woods), el programador de una cadena televisiva de corto alcance que es introducido en la capacidad de una emisiones de índole brutal que se obtienen de forma casual interceptando las ondas de emisión visuales. De forma tan seca como concisa, la progresiva fascinación le lleva ante un doctor que finalmente ya está muerto y que se manifiesta con grabaciones en vídeo vislumbradas con anterioridad –genial el detalle y que me recuerda una muy interesante y olvidada película de terror realizada poco tiempo antes que esta; MUERTOS Y ENTERRADOS (Dead and Buried, 1981, Gary A. Sherman)- y más adelante con una organización comandada por un aparentemente amable óptico, que le transportan a un mundo nuevo, a una nueva realidad, de la cual se le manda combatir con los elementos de la existente que se interponen en la búsqueda con el poder.

VIDEODROME nos brinda las imágenes de un entorno urbano frío y deshumanizado –algo habitual en el cine canadiense, pero que en este film tiene una inusitada fuerza quizá precisamente por el hecho de no incidirse demasiado en ello-. Y el proceso de integración de Max en ese mundo de pesadilla se efectúa de forma gradual, incidiéndose en sus sentidos –la fascinación del sexo-, y materializándose posteriormente en una serie de humanización de cintas de vídeo, deformaciones de la pantalla de televisión y otras mutaciones habituales del cine del director canadiense –efectuadas por el especialista Rick Baker y que vistas hoy día han envejecido de forma ostensible-.

Ese planteamiento de film de corto presupuesto, su ajustada duración, la sencilla planificación que le acompaña y su aparente limpieza de objetivos, permiten que con el paso de los años se mantenga como una interesante muestra de cine fantástico así como de las más interesantes plasmaciones del universo en ocasiones onírico pero finalmente tan real como el planteado por David Cronenberg a lo largo de su trayectoria.

Calificación: 3

2 comentarios

Juan Carlos -

Pues muchas gracias, amigo. Espero que poco a poco vayas vistandolo y participes con tus comentarios. Hasta pronto

Mauricio -

Primera vez que visito tu blog, la verdad es que me ha gustado un buen y por eso estoy seguro que estare aqui metido muy seguido, leyendo tus articulos.
Recibe un fuerte abrazo.