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CINEMA DE PERRA GORDA

THE CRUCIBLE (1996, Nicholas Hytner) El crisol

THE CRUCIBLE (1996, Nicholas Hytner) El crisol

He de confesar que siento una especial debilidad por el británico Nicholas Hytner como realizador cinematográfico. Considerado uno de los más prestigiosos directores teatrales en lengua inglesa y cimentado su prestigio tanto en las tablas de Londres como Broadway, Hytner ha realizado hasta la fecha únicamente cuatro films. Entre ellos, creo que logró lo mejor de sí mismo y a mi juicio una obra maestra –afirmación poco compartida por otra parte-, con THE OBJECT OF MY AFFECTION (1998), aberrantemente titulada en España como MUCHO MÁS QUE AMIGOS. Con ella y camuflada como un título que seguía diversas modas imperantes en aquellos años, Hytner ofrecía bajo mi punto de vista una de las más hondas y emotivas comedias románticas de la historia del cine, desarrollando además su especialización en una puesta en escena puesta al servicio del actor, con un uso extraordinario del primer plano en los rostros de los intérpretes –en este aspecto concreto siempre me ha parecido el sucesor del gran Joshua Logan- y una narrativa tan ágil como dotada de sensibilidad.

De entre sus films sin duda el más prestigioso es el que supuso su debut –LA LOCURA DEL REY JORGE (The Madness of King George, 1994), brillante e irónica adaptación de un original escénico de Alan Bennett. Pero entre los dos títulos citados se encuentra la película que propicia este comentario: THE CRUCIBLE (1996) –EL CRISOL-, adaptación de la prestigiosa obra de Arthur Millar quien asímismo se responsabiliza del guión de la presente producción.

Una vez más y aún no poseyendo una especial cultura literaria, me atrevo a formular una “herejía” al reseñar que viendo THE CRUCIBLE –y esta no es la principal deficiencia del film-, intuyo que la obra original de Miller –LAS BRUJAS DE SALEM- es un producto de notable fragilidad dramática. Uno no duda que en su momento esa transparente alegoría a la “Caza de Brujas” sufrida entonces por la sociedad norteamericana gozara de un efecto revulsivo y solo por ello la obra debe merecer un reconocimiento. Pero no es menos cierto que esa propia “transparencia” limita segundas y terceras lecturas de un original escénico que quizá –y ante mi desconocimiento real de la misma- proponía lecturas que quedan diluidas en el film de Hytner –el peso de una sexualidad reprimida, la intolerancia, el puritanismo, etc.-. Con todo pienso que el resultado final peca de esquematismo, maniqueísmo y cualquier otro sinónimo que sobre estos conceptos puedan agregarse.

Lamentablemente y pese a un impecable diseño de producción y ambientación el producto cinematográfico de este THE CRUCIBLE se resiente poderosamente de la puesta en escena equivocada de Hytner, que incide precisamente en las debilidades mostradas por sus orígenes escénicos; una inequívoca tendencia al efectismo. Sorprendentemente dentro de su escasa producción cinematográfica –de la cual creo que con diferente esta película se erige como la menos estimulante-, el director sacrifica en la mayor parte del metraje su innatas capacidades narrativas y una serie de rasgos que a mi juicio son muy tangibles en su forma de plasmar la realización, e incide en una puesta en escena efectista en numerosas ocasiones –la propia secuencia inicial, buena parte de los “momentos fuertes” del film-, con gratuitas y torpes angulaciones de cámara –ante las fingidas visiones demoníacas de las jóvenes-, y al mismo tiempo el conjunto del film se resiente de una pedrestre teatralidad que no logra disimular ni la abundante presencia de exteriores –no por ello reniego en absoluto de la perfecta combinación del cine-teatro, en muchos ejemplos con óptimo resultado-.

No es este el caso en esta adaptación de la tragedia que se vive en la localidad de Salem (Massachussets) en 1692, a partir de la cual una diversión de una jóvenes muy pronto se transforma en una falsa acusación de brujería y -en el fondo-, la excusa para que los poderes de la época ejecuten su venganza hacia personas de alguna manera tendentes a salvaguardar su libertad. Todo ello enmarcado en un entorno puritano y represivo en el que la sexualidad casi siempre tiene tintes demoníacos para sus habitantes. El argumento de esta obra es bien conocido y Hytner se sirve a su recorrido pero desgraciadamente se deja en el camino sus virtudes como realizador. No olvidemos igualmente que nos encontramos ante una producción de qualité en la cual se dan cita ilustres referentes culturales, recurriéndose igualmente al protagonismo en el reparto de actores caracterizados en dicha tendencia en su periodo de realización, o bien a reputados intérpretes de carácter que aseguren con su solvencia el cast del film.

Y es en ese capítulo donde de alguna manera se justifica realmente THE CRUCIBLE, con la concurrencia del dúo Daniel Day-Lewis y Winona Ryder –ambos ya coprotagonistas de LA EDAD DE LA INOCENCIA (The Age of Innocence, 1993. Martin Scorsese) y la segunda igualmente del DRÁCULA (1992. Francis Ford Coppola). En este capítulo concreto cabe señalar que pese a su propensión al exceso –que se concreta en esta película en su sobreactuación en la secuencia de su capitulación final posteriormente retractada- creo que Day Lewis compone un John Proctor lleno de fuerza y magnetismo en la línea de sus características en aquellos años. No puedo decir lo mismo de una Winona Ryder que me pareció realmente insufrible en su encarnación de la reprimida y fingida Abigail Williams; un trabajo que realmente enerva la paciencia del espectador. En este capítulo interpretativo cabe destacar la excelencia de Paul Scofield que matiza con sabiduría su personaje del juez y Joan Allen demostrando una vez más el poder ser considerada una de las grandes actrices norteamericanas de los últimos años al dar vida con sobriedad y sensibilidad a Elizabeth, la esposa de John.

De ese conjunto de un producto realmente discreto y fallido no se pueden omitir sin embargo algunos momentos en los que Hytner demuestra que sabe hacer buen cine. Me refiero fundamentalmente a las secuencias que se suceden en el domicilio de los Proctor y muy especialmente en la excelente escena final del reencuentro del matrimonio tras un largo encarcelamiento de ambos. Reunidos por unas autoridades que entienden que seguir con las condenas ya no favorece a nadie, ambos expresan con intensidad sus sentimientos junto al mar y ante el ondear de un fuerte viento en hermosos planos / contraplanos llenos de sensibilidad cinematográfica. Era el camino que el director debiera haber tomado para sobrellevar este THE CRUCIBLE a la altura debida y finalmente no pudo llegar. No obstante, dos años después el británico lograría con voz callada y en una aparente “comedia romántica de moda” la que quedará como su mejor aportación cinematográfica hasta la fecha y uno de los grandes films de los últimos años.

Calificación: 1’5

2 comentarios

Kate -

ola!!!
am!!!
zta bien el sinopsis la historia i too!!!
pro nuc...
exist la possibilidad de que muestren el guion d una escena xfa!!!

maria cardona -

necesito que me den un leve resume de la pelicula