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CINEMA DE PERRA GORDA

SYRIANA (2005, Stephen Gaghan) Syriana

SYRIANA (2005, Stephen Gaghan) Syriana

He de admitir que cuando me enfrenté al visionado de SYRIANA (2005, Stephen Gaghan), temía encontrarme ante uno de esos temibles “duros de chocolate” que se vienen estrenando en los últimos años, auspiciados por el ala liberal del star-system de nuestros días –los Pitt, Clooney, etc.-. Saber además que la película supuso la puesta de largo como realizador del guionista de la para mi casi odiosa –se que es una opinión muy poco compartida- TRAFFIC (2000, Steven Soderbergh).Tenía miedo –y las referencias que barajaba estaban en esta línea- de encontrarme ante una ensalada psicodélica que permitiera el lucimiento de las estrellonas de su reparto, dentro de un relato coral que en el fondo no fuera más que un cúmulo de obviedades ante lo mal que funciona la administración USA –que todos sabemos lo que hay ahí metido, pero no es una base lo suficientemente sólida como para justificar la existencia de una película, si esta no alcanza por sí misma la suficiente enjundia-, la injusticias que se comete con el mundo árabe, lo aviesos que son los petroleros y el entorno de las multinacionales que se enriquece en su entorno. Por decirlo en pocas palabras ¿Hay alguien que después de haber visto el título que nos ocupa, haya modificado su opinión ante el entorno que retrata el film? Más bien creo que no, y en ese sentido, hay que incluir esta película en el cómputo de varias otras que se han sucedido en los últimos años –personalmente incluiría CRASH (2004, Paul Haggis), 21 GRAMS (21 Gramos, 2003. Alejandro González Iñárritu)…-, que sirven para alimentar las conciencias progresistas, aunque en sí mismas como relatos y productos cinematográficos queden definidos por una elementalidad en muchos momentos sonrojante, una “puesta en escena” –y lo digo entre comillas porque carecen de la misma- basada en el montaje, unos personajes inexistentes –son meros estereotipos-, al servicio de los numeritos “sufrientes” de las “concienciadas” estrellas ¿Qué será de ellos cuando, esperémoslo por el bien de la Humanidad, los demócratas ocupen la Casa Blanca?

 

 

Se que este tipo de cine goza de constantes bendiciones, se lleva muchos premios y encandila a la crítica. Al mismo tiempo sirve para “regalar” oscares –en este caso el que se entregó a George Clooney por aparecer algo más hinchado y con cara de sufriente-. Pero, que quieren que les diga, a mi no me dice nada. No solo me deja frío, sino que en algunos casos llega a irritarme, por que le veo en todo el momento el truco y, sobre todo, me resultan muy deficientes como relatos cinematográficos. En todo caso, con todas las prevenciones que albergaba, y pese a que en sí mismo no lo considere un producto que sobrepase la barrera de la discreción, lo cierto es que me he llevado con SYRIANA una pequeña sorpresa. Sorpresa solo en la medida que esperaba un bodrio demagogo y maniqueo, y me he encontrado con una discreta película demagoga y maniquea. Un producto que dura dos horas y que podría durar igualmente hora y media o dos horas y media –no existe progresión interna en el relato-, pero que resulta moderadamente interesante. En ella, todos sus personajes se comportan como esperamos de ellos. Ninguno de ellos nos sorprende ni alcanza entidad y hondura –en ello no se sale del estereotipo ni el excelente Christopher Plumier-, quizá con la sola excepción de los apuntes que brinda Amanda Peet –en buena medida por el empeño de la actriz en humanizar su esquemático personaje-. Damon pone cara de Damon, como en casi todas las películas que sale –incluido su corte de pelo habitual y sus escasos fruncimientos de ceja-. Digamos que nos encontramos con una película que supone la enésima convención dentro de este subgénero convencional en nuestros días.

 

 

Así pues, la película se desarrolla en diversos marcos geográficos, donde las diversas subtramas tienden a abordar una relación de causa y efecto, y todo ello bañado con ese estilo nervioso que nos muestra una cámara siempre temblorosa. Todo en apariencia temible. Sin embargo, y pese a encontrarnos en un entorno tan previsible, he de reconocer que la película se queda afortunadamente en la frontera de incurrir en los peores tics visuales que sí abordaron los títulos y referentes antes citados, y que tantas bendiciones lograron en el momento de su estreno –me gustaría saber a este respecto como van a ser tratados con el paso del tiempo-. En este sentido, SYRIANA tiene la virtud de ser un relato sencillo, en el que la vertiente discursiva solo alcanza algunos momentos especialmente molestos en las soflamas de Damon al heredero árabe al que sirve como asesor financiero, y en donde –aunque parezca algo contradictorio, a partir de los elementos en contra que he venido vertiendo-, el interés se logra mantener a lo largo de su metraje.

 

 

Ni que decir tiene que ello no es suficiente para certificar un trabajo sólido, y SYRIANA jamás sobrepasa esa barrera de discreción vestida con el glamour de sus estrellas. Y con ello no quiero deslegitimar por completo una vertiente que retoma un tipo de thriller muy utilizado por el cine USA de los 70. A este respecto, he de subrayar la existencia de dos películas espléndidas, que demuestran que la unión al formular un discurso de denuncia y un primordial pulso narrativo, puede confluir en un resultado valioso. Me estoy refiriendo a la admirable MUNICH (2005, Steven Spielberg) y la demoledora LORD OF WAR (El señor de la guerra, 2005. Andrew Niccol). Son ambos –y su incómoda presencia entre público y crítica, quizá pudiera demostrar lo contrario- referentes que tendrían que mirar todos aquellos que nos quieren dar “gato por liebre” en la pantalla, por más que en este caso, el guiso no sepa mal del todo.

 

 

Calificación: 2

1 comentario

Mangafan -

Yo me aburri mucho con la peli (aunque me lo imaginaba, no es cine de mi interes) cuando estaba por la mitad empece a adormilarme y tuve que levantarme dejando a mi pareja alli mientras gastaba mi tiempo navegando por internet. Vaya, que no me gusto nada, y eso que odio dejar las pelis a medias, pero en los últimos años solo lo hice con esta y con Gardfield.