THE OUTCAST (1954. William Witney) [El marginado]
Por encima de cualquier otra circunstancia, si algo define THE OUTCAST (1954) -apreciable serie B dirigida con buen pulso por el destajista William Witney- es su luminosidad. La fuerza del Trucolor unida a la iluminación en color de Reggie Lanning, y la personalidad juvenil y altanera de su protagonista emparenta esta película con otras apreciables muestras del género, protagonizadas por una estrella juvenil del western como Audie Murphy -SIERRA (1950, Alfred E. Green) o THE DUEL AT SILVER CREEK (1952, Don Siegel)-, son quizá los dos rasgos que proporcionan el alcance -también el límite- de esta película tan sencilla como dotada de frescura. Tan simple en sus apariencias, como dominada por una serie de intentos de profundidad que, si bien no siempre alcanzan su resultado, lo cierto es que en su conjunto permiten el disfrute de un conjunto revestido de un notable vitalismo.
Jet Cosgrave (John Derek) es un joven cowboy que regresa al entorno del rancho que debía heredar de su padre, y del que se marchó ocho años atrás cuando este murió en circunstancias poco claras. La hacienda fue heredada por su tío, el mayor Linton Cosgrave (Jim Davis) mediante la falsificación de un testamento que impidió que el entonces aún niño asumiera lo que era suyo, cuando entonces aún era menor de edad. El retorno del impetuoso y altanero muchacho le llevará a contratar una banda de cuatreros dirigida por el siniestro Dude Rankin (la veterana estrella del primitivo western Bob Steele) para que luchen contra las instalaciones del rancho ‘C grande’, al objeto de desestabilizar el entorno de su tío. Sin embargo, el plan que el muchacho tiene tan astutamente planeado pronto asumirá una serie de inconvenientes. Uno será el inesperado enfrentamiento que se producirá con el clan ganadero vecino de los Poisen. Otro, las malas artes de Dude, que no dudará en venderse para luchar contra el propio Jet, con el que en ningún momento ha conectado. Pero, además, a nuestro atractivo protagonista se le presentará un conflicto emocional, al acercársele dos mujeres, ambas ligadas a ámbitos enfrentados a él. Una será la distinguida Alice Austin (Catherine McLeod), que ha llegado al mismo tiempo a la población, ya que es la prometida de Linton y se encuentra a punto de casarse con él. La otra, más joven, es la ingenua Judy (Joan Evans). La benjamina de los Poisen quien, desde su absoluta admiración a Jet, siempre quedará relegada en sus sentimientos.
Así pues, en realidad el título de Witney describe la llegada de la madurez de un muchacho traumatizado por la muerte de su padre, e imbuido por un afán de venganza que probablemente sea la que le impida alcanzar una necesaria serenidad como ser humano. Basado en una historia de Todhunter Ballard convertida de guion de manos de John K. Butler y Richard Wormser, THE OUTCAST es una película que sabe ir al grano. Que acierta al imbricar muy pronto las subtramas que irá desarrollando en su metraje. Lo ejemplificará la secuencia de la llegada del protagonista a la población, dominada por una notable actividad, en la que muy pronto se le relacionará con Dude y con la recién llegada Alice, al tiempo que se nos permitirá contemplar su anhelo de venganza en el momento en que se encuentre con la estatua de su padre.
Como antes señalaba, se trata de una producción destinada al lucimiento del joven John Derek, un intérprete de belleza casi femenina, con un registro muy limitado, pero que se implica con entusiasmo en su papel -al parecer se trataba de un intérprete destacado por su entrega en los rodajes- transmitiendo esa turbulenta entrega de un muchacho deseoso de alcanzar sus objetivos. Esa sensación de burbujeo emocional se transmite en todos y cada uno de los fotogramas de esta producción modesta pero llena de vivacidad, en la que el espectador siente como algo muy cercano un Oeste de exteriores verdes y vergeles. La fuerza de la ganadería o el enfrentamiento entre clanes, incluso entre personas con un objetivo común -las dos muchachas que se encuentran tan ligadas al entorno de Jet-. El contraste entre la amistad -ese herrero negro fiel al protagonista, Curly (Nacho Galindo) el veterano del grupo contratado por Jet, y que seguirá a su lado- y la traición -el entorno del mayor, la mezquindad de Dude-. Serán una serie de estereotipos que son sublimados por un constante sentido del ritmo, la fisicidad de las secuencias de acción -el tiroteo descrito entre los hombres del mayor y los Poisen, en el que nuestro protagonista aparecerá como alguien molesto para ambos, resulta magnífico- y una serie de cabalgadas filmadas por su director con notable dinamismo. En ello no faltarán episodios dominados por la crueldad y un cierto sadismo; el arrastre atado de Jet por parte del joven y pendenciero joven sicario del mayor, encarnado por un Ben Cooper poco después de salir del rodaje -en el mismo estudio- de JOHNNY GUITAR (Johnny Guitar, 1954. Nicholas Ray), o la tensa secuencia del refugio del protagonista al haber sido herido por disparo en el hotel donde se refugia, donde será atendido por las dos mujeres que suspiran por él, en un episodio revestido de una sutil intensidad sexual. Ello sin olvidar momentos de inesperado romanticismo, como el beso que se produce entre el protagonista y Judy junto a un lago. Será este un pasaje dominado por una extraña serenidad, en la que la muchacha interpretará de manera errónea que éste muestra su interés, aunque en ese momento solo exteriorice amistad y agradecimiento. Y también en el seno de la familia de la muchacha se producirán momentos de dolorosa plasmación, al quedar herido uno de sus jóvenes hijos de una de las refriegas, falleciendo posteriormente, y describiendo su funeral de manera casi elíptica.
En cualquier caso, considero que lo más percutante de esta más que apreciable muestra de cine del oste en su vertiente Coming of Age, se trata de esa tensa, casi extenuante pelea registrada entre el aún convaleciente Jet en la habitación donde ha sido resguardado por Alice y Judy. Allí, toda la rabia existente entre un muchacho que solo tiene como objetivo recuperar lo que le pertenece, y alguien al que la inoportuna aparición de su sobrino puede destruir el mundo que ha creado de manera ilegal, quedará perfectamente descrita en un enfrentamiento casi a vida o muerte. Una lucha rodada en muy pocos planos, y en la que los dos intérpretes se entregan con absoluta convicción, hasta el punto de transmitir al espectador una sensación de catarsis compartida de incierto y explosivo resultado.
Calificación: 2’5
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