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CINEMA DE PERRA GORDA

A WOMAN ON THE BEACH (1947, Jean Renoir) [Una mujer en la playa]

A WOMAN ON THE BEACH (1947, Jean Renoir) [Una mujer en la playa]

Con una duración de poco más de una hora, A WOMAN ON THE BEACH –nunca estrenada comercialmente en España; el título de UNA MUJER EN LA PLAYA proviene de pases televisivos-, supone la última incursión del realizador francés en el cine de Hollywood. Culminación –que se saldó con un notorio fracaso en su momento- de una serie de productos todo lo desigual que se quiera, pero que estimo deberían gozar un mayor reconocimiento del que actualmente poseen, máxime cuando numerosos de sus films franceses están a mi juicio sobrevalorados y poseen menores cualidades que varios de estas sencillas realizaciones de género. Bien es cierto que personalmente Renoir no es un cineasta que goce de mi especial estima –junto a Buñuel y Rossellini, completa la terna de los universalmente considerados maestros que estimo mitificados, por más que en su obra abunden los buenos resultados e incluso sobrevivan grandes títulos-. En el caso del director galo, su siguiente título –hasta 1951 no volvió a filmar- constituirá en mi opinión su obra maestra: THE RIVER.

Con A WOMAN ON THE BEACH se produjo con un remontaje previo a su estreno comercial –tuvo un preestreno muy negativo-, que finalmente sea la razón de que la película avance a trompicones, pero cuyo resultado final goza de un notable interés. La película narra la extraña realización triangular que se establece entre el teniente Scott Burnett (un Robert Ryan que en esta ocasión modifica sorprendentemente su regusto de duro por un personaje vulnerable), traumatizado por un accidente naval de guerra; Peggy Butler (la siempre fascinante Joan Bennett, una vez más de turbadora presencia) una joven bellísima de ambiguo comportamiento, y su esposo -Tod Butler (estupendo Charles Bickford)-, un invidente de carácter dominante que hasta su ceguera fue un pintor de cierto renombre.

A partir de este sencillo argumento se establece un melodrama psicológico y pasional de ribetes criminales pese a la ausencia de asesinatos –es evidente que recuerda no poco a la posterior CLASH BY NIGHT de Fritz Lang- y en la que destaca –quizá debido a circunstancias de producción- la brillantez del conjunto de sus secuencias o el peso del look de la productora –cualquier film de la RKO en determinados géneros, posee una personalidad más perdurable que el del resto de majors hollywoodienes-, permitiendo que con el paso del tiempo esas lagunas hayan repercutido en beneficio del resultado final. Otros ejemplos de ese enunciado podría ofrecerse en diferentes productos del mismo estudio, como THE REVENGE OF THE CAT PEOPLE (1944, Robert Wise y Gunther V. Fritsch) o UNA AVENTURA EN MACAO (1952, Joseph Von Sternberg). Son piezas escuetas, incluso esquemáticas en su planteamiento y desarrollo que sufrieron azarosas aventuras de producción, en ocasiones cuentan con un argumento poco interesante o lleno de convenciones pero en su conjunto revelan una fuerza visual fascinante. En este caso podremos olvidarnos de los sueños del personaje interpretado por Ryan –sorprendentemente la película se inicia con uno de ellos-, pero es difícil dejar de lado la enorme fascinación que se ofrece con la influencia climatológica; el peso del mar, la lluvia, el viento, la niebla o finalmente el fuego. Es admirable ese contraste que se ofrece entre la normalidad de la pretendiente que tiene Scott –Eve-, y el sentido de la transgresión –e incluso el erotismo sugerido- que manifiesta Peggy, a la cual descubre en los restos de un barco naufragado en la playa –imagen de una enorme fuerza hipnótica-. Hay numerosos instantes en esta línea para el regocijo del espectador amante de las propuestas visuales. Al mismo tiempo la precisión de la narrativa de Renoir se revela en el encuadre de sus personajes durante los movimientos de cámara del film, relacionando perfectamente sus relaciones y la importancia de sus actos –la secuencia del teniente en la serrería, la cena de los tres protagonistas cuando Scott pasa el mechero por el rostro de Tod al ofrecerle fuego a Peggy-. Esa ya mencionada concisión casi obliga a una constante sensación de tensión y electricidad existente durante la película, con sentimientos y actitudes desarrolladas en ocasiones con un simple gesto y en continuo torbellino emocional.

Es evidente que los cortes efectuados inciden en lagunas bastante ostensibles. Una de ellas es el esquematismo con el que se inicia la relación entre Peggy y Scout. Pero ese avance a trompicones, ese sentido de lo abrupto e intentar avanzar rápidamente por lugares que quizá precisaban de mayor metraje para establecerse de forma normalizada, permiten que con el devenir de casi 60 años y la evolución que ha seguido el cine en sus corrientes de vanguardia, este A WOMAN ON THE BEACH permanezca con una ostensible vigencia.

La existencia de ese personaje de pintor ciego de carácter dominante, sus fantasmas internos y frustraciones y la sensación personal de que la pintura que salvaguarda de forma tan ordenada es su única relación con la vida, es un acicate más para establecer –como en el resto del film-, una serie de diálogos lacónicos, perversos y llenos de desprecio hacia su esposa, Peggy, a la que considera culpable de sus desdichas por más que, finalmente, estas provengan quizá de su propio mundo interior.

Calificación: 3

3 comentarios

caguenross -

Yo la tenía grabada en VOS con el título de LA MUJER DESEADA emitido en La2 hace muchos muchos años.
La película es esquemática y aunque aparentemente pueda parecer cine negro (Joan Bennett y sus trabajos con Fritz Lang, Robert Ryan: On Dangerous Ground, the set-up, Crossfire, Clash by night, The racket, etc...) se trata de un melodrama con ribetes criminales. Está más cerca de "Ensayo de un crimen" y de "El" de Buñuel, que de "Perversidad" de Lang.

El film está construido a trazos y nos deja imágenes y diálogos impactantes. Mi escena preferida es en la que están Peggy y Todd en el sofá y ésta le besa. Todd dice, ¡qué frialdad! y se enfrentan dialécticamente sin discutir (dando algo de más caña Todd a Peggy que al contrario), incluso se acarician hasta que Peggy le vuelve a besar y Todd dice ¡eso ya está mejor! y posteriormente son interrumpidos por Scott.
Ese conjunto de miradas (las de Todd también valen), contraplanos, el paisaje, la casa, el naúfrago barco... crean tensión en el espectador---- los 4 elementos: tierra, agua, viento y finalmente fuego---- (me gustan las películas que acaban en llamas: no perderse "Frankenstein must be destroyed!")
Gran esbozo de película dirigida por un director que hizo anteriormente algo tan perfecto y tan distinto como "Une partie de campagne"

Juan Carlos -

Perdona la arbitraria inserción de films, pero este blog me sirve fundamentalmente para comentar los films que veo y practicamente minutos después de contemplarlos -para mantener el recuerdo aún fresco-. Es por ello lo aleatorio de su procedencia. En cualquier caso, y pese a ser un título poco conocido en las nuevas generaciones de aficionados, A WOMAN ON THE BEACH se emitió anoche en el espacio televisivo ¡Que grande es el cine!

Jacinto -

podrias poner peliculas mas conocidas no?