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CINEMA DE PERRA GORDA

BORN TO KILL (1947, Robert Wise) Nacido para matar

BORN TO KILL (1947, Robert Wise) Nacido para matar

El inmarchitable prestigio logrado por la consideración del cine negro como una de las corrientes más admirables, sinceras y al mismo tiempo desasosegadoras del cine norteamericano, quizá ha contribuido a evitar lo que facilmente denominaríamos "separar el trigo de la paja" al mezclar en ocasiones títulos y nombres que merecen un enorme reconocimiento artístico, de otros que no se pueden equiparar en cualidades a títulos mayores y nombres que -le pese a quien le pese- se han de quedar en segundo grado.

Esa es, bajo mi punto de vista, la significación que a tenor de lo que he podido ver de su obra, tiene la aportación de Robert Wise a ese mundo tangencial del séptimo arte escorado al policiaco / negro. He podido ver a lo largo del tiempo varias de las aportaciones de Wise al mismo -lamento no haber contemplado THE SET-UP- y ciertamente salvo en el caso de THE CAPTIVE CITY (1952) siempre me he encontrado con las mismas características: aplicados ejercicios de género siempre limitados por un realizador con oficio que sabe plasmar algunas brillantes secuencias, pero en su conjunto desperdicia conjuntos de producción que en manos de otros realizadores de mayor inventiva hubieran encontrado resultados más estimulantes.

Un claro ejemplo de dicho enunciado lo proporciona BORN TO KILL -NACIDA PARA MATAR, 1947-, una al menos singular muestra de melodrama criminal, de irregulares y curiosos resultados, pero al mismo tiempo clamorosas insuficiencias.

La película nos muestra un doble asesinato por parte de Sam Wilde (Lawrence Tierney), al descubrir coqueteos de su novia. A la situación ha llegado por casualidad Helen (Claire Trevor), cuya hermana es una adinerada heredera. El psicópata Sam decide huir de Reno a San Francisco y entabla pronto relación con Helen, hasta que este se introduce en el ambiente familiar de esta, casandose con su hermana. A partir de ahi se sucede una investigación sobre la muerte de la pareja que inicia la historia, la llegada del amigo del protagonista hasta San Francisco, la pasión entre Sam y Helen y el inevitable desarrollo de la intriga, que por otro lado sigue unos derroteros bien previsibles.

Es evidente que BORN TO KILL se encuadra a remolque de otros éxitos del género en aquella época, producido además por una de los estudios más decantados al mismo. Sin embargo, hay numerosos elementos que van en contra de su resultado final. El primero de ellos es la desafortunadisima elección de un horrible Lawrence Tierney como protagonista ¿No se dió cuenta nadie que este mueble no provocaba pasión, inquietud o ambivalencia -algo imprescindible al personaje-? A partir de esa enorme laguna el resto del cast flaquea. Claire Trevor era una buena actríz, pero nadie se cree la pasión existente entre ella y Tierney, entre otras cosas por que es imposible que hubiera química entre ambos.

Por otra parte el guión peca de una enorme arbitrariedad y lagunas ostentosas, ¿como es posible que el personaje de la esposa de Sam tenga tan poca relevancia?, ¿como se desperdicia ese arrivismo del psicópata protagonista de forma tan torpe?, ¿no resulta muy cogida por los pelos la relación casual de la protagonista con los crímenes del inicio?, ¿alguién entiende la amistad existente entre Sam y Marty (eficaz Elisha Cook, Jr.)?, ¿por qué está tan desdibujado el personaje del detective -brillantisimo como siempre Walter Slezak-? Son muchos los cabos sueltos que quedan en la trama, quizá confiados a una pasión inexistente, una historia de amores desaforados y a un conjunto de personajes particularmente desagradables -es evidente que la fauna que se muestra dista mucho de ofrecer una visión positivista de la sociedad reflejada-.

Esa circunstancia, el eficacisimo diseño de producción -que conlleva todo el regusto de la R.K.O.-, la iluminación que en ocasiones parece surgida de la factoría de Val Lewton, y algunas secuencias especialmente brillantes, permiten que el resultado final mantenga una dignidad. En ese apartado, no se puede por menos que señalar el doble asesinato inicial -magnificamente planteado y planificado-. Por supuesto, es brillantisima la secuencia del intento de asesinato de la anciana que inicia la investigación criminal -a mi juicio el personaje más interesante del film-, que tiene todo el regusto del cine de terror del ya mencionado Lewton. Finalmente, hay que reconocer que en sus minutos finales la película levanta el vuelo y casi adquiere esos rasgos desaforados que hubiera precisado este NACIDO PARA MATAR a lo largo de todo su metraje para haber resultado ese film destacado que en ningún momento logra a ser, por más que finalmente resulte una muestra estimable, como tantas hubo en aquellos años tan convulsos socialmente, como brillantes para el cine de género en USA.

Calificación: 2

2 comentarios

Leuzor -

Excelente page :D saludos

citovel -

pásate por http://www.divxclasico.com si es que no eres uno de los fundadores, claro.