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CINEMA DE PERRA GORDA

MYSTIC RIVER (2003, Clint Eastwood) Mystic River

MYSTIC RIVER (2003, Clint Eastwood) Mystic River

Desde hace tiempo vengo sosteniendo la afirmación –compartida minoritariamente- sobre la filmografía de Clint Eastwood, en tanto en cuanto resulta mucho más interesante en sus títulos menores –aquellos que abordan historias de género de forma sencilla-, que los que narran historias importantes. Está claro que no se puede hacer una afirmación así a la ligera. Cuando hasta la fecha he visto doce de sus veinticuatro films –me resta por contemplar SIN PERDÓN (1992) entre sus títulos más reputados-, solo podría sostener parcialmente este enunciado al destacar los que son para mí sus mejores logros: MEDIANOCHE SOBRE EL JARDÍN DEL BIEN Y DEL MAL (1998) –a mi juicio su título más redondo, considerado un título menor y LOS PUENTES DE MÁDISON (1995 más reputado en su reconocimiento-.

Pues bien, al comentar MYSTIC RIVER, un drama negro aclamado desde el momento de su estreno en el Festival de Cannes 2003 –donde sorprendentemente no recibió ningún galardón- y que cosechó a lo largo del pasado año una catarata de premios, me tendría que referir bajo mi prisma personal a un brillante film, a ratos incluso excelente... pero en modo alguno a esa obra maestra que tanto se ha aireado.

Nadie puede negar que la película es un terrible acercamiento a las raíces más podridas del sistema americano. Esas grietas que se introducen en una sociedad del bienestar y que, a poco que se rasque, se traducen en inmundas cloacas. En buena medida esa es la génesis de la historia de esa amistad de infancia de Jimmy, Sean y Dave, sufriendo el último de ellos un tremendo trauma al ser violado por unos proxenetas, del que como se dice a lo largo del film, realmente morirá como persona. Pero no solo ello, sino que sus amigos se verán imbuidos de esas mencionadas raíces del drama, que al cabo de los años se reproducirá en situaciones interrelacionadas. En definitiva de las rendijas de una sociedad aparentemente cómoda, pero llena de resquicios crueles encaminados a la tragedia.

El atavismo de las causas y los efectos, la violencia por la violencia, el dejarse llevar por los instintos más inhumanos... Muchos son los condicionantes e hilos sueltos que se dejan para el interés del espectador a partir de la historia del asesinato de la hija de Jimmy Markum (Sean Penn), bastantes años después de ese terrible suceso que se relata en las primeras imágenes de la película. El principal trauma lo recibió Dave Boyle (Tim Robbins), que no ha levantado cabeza desde entonces, mientras que Sean Devine (Kevin Bacon) el tercero de ellos, aparentemente ha encarrilado su vida trabajando como agente de policía. Pese a ello su vida no es plena; odia el trabajo que aparenta realizar con entusiasmo ahogado por el escepticismo, mientras sobrelleva una extraña crisis con su mujer, que lo llama por teléfono sin hablar con él.

Devine es uno de los encargados de solventar el tremendo asesinato de Katie, una de las hijas de Markum, mientras las apariencias van acordonando a Dave como el principal sospechoso. Décadas después, puede que una segunda muerte se cierna sobre él tras aquella terrible circunstancia que vivió como víctima. Una vez más, el coche que lo atrapa se repite en el fotograma de esta MYSTIC RIVER...

Como se puede comprobar, el argumento de la película es apasionante. Con un guión de Brian Helgeland –creo que se trata del mejor elemento del film-, adaptado de una novela de Dennis Lehane –que intuyo atesora buena parte de sus virtudes-, la película estimo es la clásica producción sobre la que puede hablar y teorizar ampliamente. Sin embargo, y aún reconociendo que puedo parecer un marciano afirmando esto, pienso que su teórico interés está bastante por encima de lo que realmente ofrece. Y es que pese a sus numerosas virtudes formales -¿alguien cree que Eastwood puede ofrecer un mal film a estas alturas?-, MYSTIC RIVER peca de trascendencia. Da la impresión de que el veterano cineasta está realizando su película definitiva, y ese sentimiento –es de sobra conocido que se implicó de forma especial en él- perjudica finalmente el resultado del mismo. En pocas ocasiones he visto entre sus títulos, que a la hora de filmar cayera en algunos efectismos narrativos que curiosamente la crítica obvía a la hora de exaltar las virtudes del resultado, o los señala de pasada sin reconocer las irregularidades de su resultado.

Es evidente que buena parte de ellas recaen en esos innecesarios falsh que recorren el tormento de Dave. Creo que malogran un personaje magníficamente descrito y mejor interpretado por el gran Tim Robbins. Pero al mismo tiempo, con ser estupenda, pienso que la fotografía de Tom Stern incide en ese trascendentalismo con sus colores quemados –otra cuestión es la deliberada presencia de fondos en blanco, indudablemente buscados por el director-.

A la hora de resaltar las virtudes del film, me quedo con el retrato de personajes excéntricos y entrañables descritos con brevedad pero enorme agudeza –la vieja testigo que dice no asomarse al balcón cuando está en bata, la madre del joven Brendan-, el sentido de la ironía de algunas situaciones y el comedimiento de momentos terribles –detalles relacionados con los ritos funerarios de la joven asesinada-, o esa particular extraña y malsana poesía que Eastwood tiene de filmar sociedades urbanas, que tiene su mayor cota de expresión bajo mi punto de vista en la mencionada MEDIANOCHE...

No quisiera pecar de pretencioso, pero creo que buena parte de los defectos que a mi juicio impiden que MYSTIC RIVER sea ese gran film que roza por momentos, estriba en una extraña intuición. Creo que su director se dejó llevar por la influencia de un actor que estimo molestísimo –somos pocos los que pensamos así, pero no soy el único-, como es Sean Penn. Un hombre que encandila a la profesión –todavía estoy sorprendido como en la última ceremonia de los oscars recibió el correspondiente a mejor actor por este trabajo con un patio de butacas puesto en pie, que no se había levantado cuando a Blake Edwards recibió el honorario por toda una carrera-, que tiene que ser en todos sus trabajos el más sufrido, el que más llora, el que más grita, que no puede aguantar un plano sin mover los músculos de la cara, gesticular o hacerse notar que es el mejor actor del mundo. Es obvio que Penn –al que nadie recuerda ahora como el juguetito de Madonna, y que se llevó el oscar rebajando su condición de hombre protesta siendo más accesible a la hora de vender su candidatura e incluso acudir a una ceremonia en la que ofreció una imagen de actor sumiso-, ha estado rodeado de esa forma de entender el cine –por referencias, algunos de los films que ha realizado pecan de ese señalado efectismo-, al que al parecer la también alabada 21 GRAMOS (2003) –que protagoniza- pertenece por derecho propio.

Lamentablemente, Eatwood sirve a Penn bastantes excesos y planos y metraje innecesarios, dejandolo como plataforma de lucimiento para uno de los últimos representantes de ese Actor’s Studio mal entendido, que tanto daño hizo a la interpretación cinematográfica. Es increíble que la crítica se haya desecho en elogios al –siento decirlo-, a menudo cargante show de Penn, mientras que dentro de una dirección de actores excelente –aunque algunos personajes queden demasiado estridentes; los matones de la familia Savage-, si hay una creación admirable –junto a la de Robbins-, es la de un asombroso Kevin Bacon, que ofrece de principio a fin un recital de ambigüedad, sobriedad, sutileza –es impresionante como sabe traducir con leves miradas las situaciones que vive al intervenir en el desarrollo del caso-, tormento interior y, sobre todo, saber hablar con la mirada que bajo mi punto de vista es la piedra angular de la interpretación cinematográfica.

A tenor de lo descrito, parece un tanto estúpido destacar elementos en contra de un título como MYSTIC RIVER, que realmente no se puede dejar de considerar un producto brillante. Como quiera que en líneas generales está considerado como una obra maestra, es por lo que resalto estos elementos negativos, no demasiados, pero si lo bastante influyentes –la sobreactuación de Penn en mi caso-, como para no inclinar la balanza en la medida del éxito absoluto. Vamos, que en toda su sencillez, me quedo con la menos apreciada y previa PRUEBA DE SANGRE (2002) ¡Excéntrico que es uno!

Calificación: 3

3 comentarios

Juan -

Vi esta pelicula meses atras y me parecio chevere, resaltando el guion y sobre todo la actuación de tim robbins y Marcia la señora que hace de esposa de tim en la pelicula, por cierto me parecio extraño que no comentastes nada de ella. Cuando vi esta pelicula estos dos actores fueron los que me llagaron más como espectador. y en cuanto al Sean Penn me parecio muchisimo mejor su actuación en 21 gramos otra pelicula que me gusto mucho la verdad.

Juan Carlos -

Muchas gracias por tu comentario Gerardo y al menos, saber que no estamos solos a la hora de opinar sobre este film. Me alegra que te quedes como seguidor de este sencillo blog y espero estemos de nuevo en contacto

Gerardo -

Coincido plenamente con tu crítica. La película me sorprendió mucho, por la desaparición de la sobriedad en Eastwood. El pesado e histriónico Sean Penn jode la película -porque Eastwood lo luce y le deja, ¡no entiendo por qué!-. En lo que no coincido del todo contigo es en Robbins, que no me gusta, creo que no sabe darle credibilidad a un personaje torturado y complejo, y le queda una interpretación superficial. De la película me quedo con Bacon, al que no comenta nadie (tú eres el primero que leo) y que en esta película está enorme, comedido y perfecto, y se come a todo el resto de histéricos con una actuación normal, simplemente, perfecta y profesional (normal por verosímil, ya vale de tanto actor "genio"). En fin, perdona por semejante cometario tostón, pero a mí no me gustó nada, y quería desahogarme... Por cierto, te recomiendo ver SIN PERDÓN, que esa sí es GRANDE, no recibió las buenas críticas, como ésta, porque Eastwood ya estaba consagrado. Estaba últimamente en DVD en los quioscos, en edición de calidad, con Dirty Harry, por cuatro duros.

¡Saludos!

Buen blog, ya tienes un lector más...