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CINEMA DE PERRA GORDA

El trailer del día: ALEXANDER. EL FRACASO DEL AÑO

El trailer del día: ALEXANDER. EL FRACASO DEL AÑO Todos los años surge en Hollywood lo que podríamos denominar “el gran batacazo”. Ese producto hecho para el éxito que finalmente provoca un mayoritario rechazo de público y crítica. Evidentemente no todo es llegar a los niveles del reciente GIGLI perpetrado por el difunto tándem Ben Affleck & Jennifer López –considerada uno de los horrores de los últimos tiempos. Pero bien cercana está otra de las “perlas” en las que ha intervenido Mr. Affleck ¿Se acuerdan de PEARL HARBOR (2001, Michael Bay)? Lanzada a bombo y platillo posteriormente fue atacada por la crítica y recibida tibiamente por el público.

Pues bien, ya tenemos el ganador de este año. Se trata de ALEXANDER, la épica superproducción que Oliver Stone ha estado preparando en los últimos tiempos y que en diversas ocasiones retrasó su estreno por incidencias varias. Finalmente lo hizo en USA el pasado miércoles –la fecha del día de acción de gracias- fundamentalmente de cara a obtener el interés de los miembros de la academia en la próxima edición de los Oscars –que por cierto sigue sin tener títulos finalistas ¿Se lo llevará finalmente LA PASIÓN DE CRISTO (The Passion of the Christ, 2004. Mel Gibson) con una carrera triunfal ya a sus espaldas? Si el haber sido rodada en Arameo se lo permite apostaría por ella aún sin haberla visto-.



Pero volviendo a la película que nos ocupa, confieso con indisimulado placer que ha sido prácticamente vapuleada por la crítica. Consultando los baremos existentes en internet en la recopilación de críticas de Yahoo se le otorga la calificación “C”, la misma que le concede el promedio de los más de 4500 votos ya recibidos por parte de sus espectadores. Otro recopilatorio de críticas, este de mayor calado Metacritic- ofrece como media un escasísimo 37% de comentrios favorables. Por su parte, la votación de cerca de 1500 aficionados en el Movie Data Base le otorga una media de 5’6 puntos sobre 10 –algo muy bajo para una superproducción de estas características y que va en descenso día a día-. De cualquier manera, el dato más revelador del fracaso de ALEXANDER lo ofrece Rottentomattoes -que es la que atiende un baremo más amplio de especialistas-, de la cual únicamente un 14% de sus críticas son positivas -17 favorables contra 103 en contra-, entresacándose titulares de comentaristas cinematográficos tan reveladores como “Alexander el soso” o “Nixon en sandalias”.

¿Qué cabe esperar pues, de la última realización del desprestigiadísimo Oliver Stone? En primer lugar olvidarse por completo ya de la carrera de los Oscar y, fundamentalmente, intentar salvar los trastos en cuanto a su carrera comercial. Evidentemente llegar a los cien millones de dólares no será algo difícil -aunque veremos enseguida comno su recaudación desciende velozmente en su segunda semana-, pero ya podemos atisbar en España los intentos de polemización ficticia en la forma de ofrecer la bisexualidad de Alejandro Magno ¿Puede ello ser motivo de escándalo? En definitiva, banalidades propias de reportajes de dominical –una de las mayores plagas que tiene la prensa escrita en los últimos tiempos, capaces de vender los caminos de la alienación y el consumismo más feroz- que intentarán restregarnos por los ojos la susodicha peliculita para los más incautos caigan en la trampa de ir a la taquilla.

Y como última consecuencia, pienso sinceramente que un fracaso de estas proporciones puede contribuir en gran medida al definitivo hundimiento de la carrera de ese macarra llamado Colin Farrell. Pocas veces se ha comprobado la sorprendente dualidad de intentar hacerse ver como el último ejemplo de “rebelde sin causa” –que todo se reduce a una serie de actitudes ridículamente provocadoras (peinados, tatuajes, profusión de tacos, pasado revoltoso (incluso los rumores sobre sus tratos con Joel Schumacher para que este lo lanzara en sus inefables películas)- ha protagonizado algunas de las películas más lamentables, puramente comerciales y reaccionarias de los últimos años.



Una carrera ciertamente deplorable que ha enterrado sus reales capacidades interpretativas –las tiene, solo hay que ver MINORITY REPORT (2002, Steven Spielberg) para comprobarlo-, y para la cual no hay más que contemplar su caracterización con “faldita” y ese pelo ridículamente teñido de rubio para intuir el fracaso que se ha producido. Confieso que dentro de un año y cuando la película esté bien barata en DVD la compraré para reírme un poco. En ocasiones y con cierta distancia perder unas horas en tu vida para estos menesteres resulta divertido. Lo que sí tengo muy claro es que no pederé ni un euro para engrosar la taquilla española del film –máxime cuando no lo he hecho con TROYA (Troy, 2004. Wolfgang Petersen) que al parecer tiene un sesgo de dignidad-.

2 comentarios

Aritz -

Bien, vale, pero exactamente, porque es mala la pelicula? Odiamos el cine historico? Nos importa un carajo? Algo personal contra Oliver stone o la homo/bisexualidad? Porque despues de tanta critica no acabo de entender muy bien cuales son los defectos de esta cinta

Gerardo -

Y fuma. Colin Farrel fuma y lo enseña mucho, además. Ay que malooooo...