Blogia
CINEMA DE PERRA GORDA

AFFAIR WITH A STRANGER (1953, Roy Rowland) Entre dos mujeres

AFFAIR WITH A STRANGER (1953, Roy Rowland) Entre dos mujeres

Hay ocasiones en las que la perseverancia a la hora de acercase a títulos poco conocidos y olvidados, nos pueden brindar ocasionales sorpresas. Incluso cuando de partida los indicios permiten intuir propuestas revestidas de grisura. Es el caso que para mi proporcionaba de antemano AFFAIR WITH A STRANGER (Entre dos mujeres, 1953), en la medida de contar con dos factores que de entrada podían favorecer mi escepticismo. De un lado el protagonismo de Victor Mature, y por otra parte encontrar en las tareas como realizador a Roy Rowland. Aunque salía del rodaje de la conocida –más no excesivamente brillante- THE 5.000  FINGERS OF DR. T (Los 5.000 dedos del Dr. T, 1953)- y pese a encontrar en su filmografía con algunos títulos estimables, como el posterior ROGUE COP (Prisionero de su traición, 1954), lo cierto es que en líneas generales la filmografía de Rowland caracteriza a un modesto artesano, en el cual el componente de blandura anula buena parte de su eficacia como tal competente hombre de cine. Sin embargo, y por fortuna, muy poco de ello se atisba en la película que nos ocupa, que podría con poca dificultad calificar como la más interesante de cuantas he contemplado hasta la fecha firmadas por Rowland, erigiéndose como una comedia de carácter naturalsiata, que se debe incorporar sin desdoro alguno en una corriente que el género empezaba a incorporar en el Hollywood de aquellos años, y en el que quizá sus máximos exponentes fueron George Cukor –no olvidemos que Jean Simons protagonizaría la previa THE ACTRESS (La actriz, 1953) firmada por el realizador de MY FAIR LADY (1964)-, o un tardío pero visionario Mitchell Leisen. Este tipo de propuestas no dejaban de introducir matices irónicos y secuencias divertidas, pero en líneas generales se insertaban a modo de crónicas agridulces relacionadas con parejas o núcleos familiares, a los que de manera sibilina radiografiaban en sus miserias, éxitos y flaquezas.

A grandes rasgos, y aunque quizá se eche de menos en algún momento algo más de contundencia en ese alcance, esta tendencia es la que sigue el recorrido de AFFAIR WITH A…, iniciada con los nervios que vive un afamado autor teatral –Bill Blakeley (Victor Mature)- al comprobar que su esposa –Carolyn (Jean Simmons)- no va a poder acudir al preestreno de una de sus obras. En realidad este considera a Carolyn como un auténtico talismán, lo que provocará su enojo, aspecto que aprovechará la primera actriz de la obra, quien se insinuará a Bill, llegando esta a relatar a una influyente columnista televisiva, que el matrimonio formado por el autor y su esposa va a concluir en un divorcio. Será el punto de partida de una sucesión de situaciones narradas en flashback, que servirán para recordarnos el proceso que llevó desde el primer encuentro del hoy cuestionado matrimonio –en la celebración de año nuevo en pleno centro newyorkino-. A partir de ese momento, y mediante el relato sucesivo de diferentes personas que han rodeado el devenir de la pareja, nos hablarán del carácter soñador y también indolente de Bill, sus escasos recursos, la fascinación que provoca en Carolyn, su primera oportunidad teatral que se salda en un fracaso, la boda de ambos –que será descrita mediante la elipsis, el embarazo frustrado de la esposa, las dificultades económicas de ambos, su inesperada llegada del éxito, la adopción de un muchacho producida tras la inesperada muerte de su verdadera madre, o los inevitables roces que se produce en una relación en la que la esposa se dedica más a ejercer como madre –aunque sea a un hijo adoptado-, frente a un marido enfrascado en la vorágine de su éxito, incapaz de asumir esa distanciación –se encuentra a las puertas de un nuevo estreno teatral-, y enterándose de manera casual de los rumores de divorcio de los que se sentía totalmente ajeno, y que advertirá leyendo las notas de sociedad en la prensa.

Dentro de este conjunto de premisas, lo cierto es que AFFAIR WITH A… se erige como una crónica agridulce que prende muy pronto en el espectador –esas imágenes iniciales en el interior del tren –envueltos por la agradable sintonía musical de Roy Webb-, en donde la primera actriz se insinúa a Mike. Con un guión bastante bien trabado obra de Richard Flournoy, el testimonio de una entrañable galería de personajes secundarios alternará los puntos de vista y el devenir de una pareja que, casi a pesar suyo, fraguarán en su relación. Un relato siempre caracterizado por su corte naturalista –me gustaría señalar de nuevo su cercanía a ciertas comedias rodadas por Cukor en aquellos años-, que no obvia la presencia de instantes realmente divertidos –como contemplar a Victor Mature ataviado con un delantal saliendo con chaqueta de manera apresurada, la manera que alberga para intentar colar una de sus obras a un magnate teatral que se encuentra cenando en un restaurante en el que este trabaja como torpe camarero o, sobre todo, ese impagable detalle en el que Carolyn se dispone a acudir al hospital para dar a luz, mientras su esposo acusa dolores que le hacen parecer como el verdadero enfermo cuando acuden al taxi-. Sin embargo, y aún asumiendo en el relato un tono de comedia sin estridencias, lo cierto es que el film de Rowland prodiga más detalles incluso trágicos, que son expuestos con un sentido del pudor notable, sin por ello aminorar su carga trágica –ello me recuerda en algunos momentos la magnífica THE MARRYING KIND (Chica para matrimonio, 1952 del una vez más citado Cukor-. Es algo que se producirá cuando Mike, comprueba el fracaso del estreno de su primera obra, la manera con la que se entera de la muerte de su hijo –mediante una llamada recibida en la cabina, y que el propio actor sabe expresar con contundencia-, o en esa otra llamada en la que el matrimonio –que poco antes ha reflexionado sobre el papel que para ellos ejerce el pequeño Timmy al que cuidan mientras su madre se encuentra hospitalizada-, se ponen al corriente del fallecimiento de la madre del muchacho. Ese pudor emocional, la combinación de instantes divertidos con una voluntad de ofrecer una crónica sensible y aguda al mismo tiempo de la evolución de una relación amorosa, que no sabe acostumbrarse del todo a las inesperadas consecuencias del destino, encuentran en la mano de Roy Rowland un inesperado y adecuado narrador, que se extiende a una dirección de actores, que incluso en Victor Mature brinda un –cuanto menos- eficaz comediante, y a una conclusión en la que esos dos esposos que se han visto envueltos en un falso rumor de separación, en realidad se encontrarán en la parada de dos trenes, olvidando las veleidades de su pasado –ese pañuelo que delata el contacto de su esposo con la atrevida actriz-, introduciéndose en un túnel de oscuridad pero, eso si, revestidos de voluntad de caminar hacia adelante.

Apenas conocida dentro del análisis de la comedia americana, lo cierto es que AFFAIR WITH A STRANGER debe ser tenida en cuenta como título puente a la hora de esa creciente corriente que en aquellos años fue confluyendo en la posterior renovación del género, además de la prueba de que incluso en los realizadores menos estimulantes, de vez en cuando se esconde la pequeña perla presta a ser degustada.

Calificación. 3

0 comentarios