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CINEMA DE PERRA GORDA

ELEPHANT (2003, Gus Van Sant) Elephant

ELEPHANT (2003, Gus Van Sant) Elephant

Controvertida desde el momento de su estreno mundial en el Festival de Cine de Cannes 2003, donde logró una polémica Palma de Oro así como el premio al mejor director –sería interesante analizar el apoyo prestado en los últimos años desde el más prestigioso certamen cinematográfico a diferentes propuestas aparentemente transgresoras-, ELEPHANT resulta sin duda una propuesta tan interesante como desasosegadora. Al mismo tiempo –desconociendo el espectador español la controvertida y previa GERRY (2002) auspiciada gracias al apoyo de Matt Damon y a su amigo Cassey, el hermano inteligente de los Affleck-, supone una vuelta de su realizador Gus Van Sant, a un tipo de cine abandonado para su desigual integración en la ortodoxia hollywoodiense que llegó a su punto más bajo con el mediocre remake de PSICOSIS (1998).

Lo que nadie puede negar a la película de Gus Van Sant es su propósito de aportar algo diferente dentro del cine USA. Sin dejar de olvidar elementos reconocibles en su trayectoria anterior; la presencia de esos planos de nubes que discurren como el bellísimo que inicia el film y que recorre con celeridad la evolución de las luces de toda una jornada –antecede la jornada que va a transcurrir-. Tras el en un largo plano se nos presenta a John McFarland (John Robinson), un joven de cabellera rubia oxigenada –será el único de los protagonistas que se salve de la masacre por casualidad- al que acompaña su padre llevándolo en el coche al instituto –encarnado por Timothy Bottoms, el inolvidable Sonny de LA ÚLTIMA PELÍCULA (The Last Picture Show, 1971. Peter Bogdanovich). Curiósamente, Bottoms ha vuelto a la popularidad en los últimos tiempos con una serie en la que imita al presidente George W. Bush ¿Casualidad?. En la película, su personaje es un borracho-

A partir de ahí John nos introduce con numerosos personajes, compañeros de instituto. Y así realmente se inicia la crónica de ELEPHANT, que narra de forma muy singular la matanza que se produjo en un instituto de Portland (Oregón). En realidad, se trata del mismo suceso que Michael Moore utilizó para su conocida BOWLING FOR COLOMBINE (2001). Sin embargo, Gus Van Sant no utiliza ni la demagogia ni las tácticas propias de la sátiras televisivas USA –los ejes sobre los que Moore construye su exitoso discurso-. En su defecto, si algo asombra en la película es su constante desdramatización, lo que a mi juicio infunde más validez a su resultado final.

Sus secuencias nos remiten a un universo poblado de adolescentes de clase acomodada a los que rodea un evidente sentimiento de alienación bajo diferentes aspectos. Desde las tres jóvenes de evidente superficialidad hasta otra caracterizada por su incomodidad de aspecto claramente masculino, pasando por una serie de chicos ataviados y fotografiados con evidente complacencia –no soy el primero en señalar el alcance homoerótico de la película-. El mundo del instituto de ELEPHANT está lleno de espacios luminosos pero vacíos, en los que hay ecos de Antonioni, Bresson o Kubrick. Sin altibajos, Van Sant recorre las estancias con la cámara en stydicam tras los hombros de sus protagonistas, tomando un buen porcentaje –quizá demasiado, una de las limitaciones del film es su excesivo minimalismo- de su austero metraje recorriendo las estancias sobre las que luego se sustentará la tragedia. Quizá con ello buscara la familiarización del espectador con una estancias frías y desapasionadas que aparentemente están destinadas para la cultura y el aprendizaje pero en donde se da cita la superficialidad y se da cobijo, de forma imperceptible, las raíces de lo peor de la sociedad norteamericana.

Nadie puede negar que existe una corriente en dicha cinematografía que intenta extraer lo peor de una sociedad de aparente bienestar pero llena de prejuicios, carencias y lacras. En ELEPAHNT no se extraen conclusiones ni tomas de partido. No aparecen padres ni conflictos familiares. Gus Van Sant no apuesta y por ello se ausentan los moralismos. Si los dos autores de la masacre en el instituto reciben por correo un arma o juegan en el ordenador –viendo que practican un juego asesino-, lo terrible es mostrar el hecho tal cual es, en su cotidianeidad.

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Del mismo modo, la película ofrece un amplio abanico de expresiones narrativas, algunas caracterizadas, como antes señalé, por larguísimos travellings siguiendo los paseos de sus protagonistas –que son presentados por intertítulos con fondo negro indicando sus nombres-. Al mismo tiempo se suceden panorámicas leves para encuadrar a diversos personajes en la acción, algunos levísimos ralentis o en ocasiones una sorprendente profundidad de campo en los mismos. El mundo estético que ofrece ELEPHANT me atrevería a definirlo como una especie de zoom a los infiernos de la juventud de una sociedad, entremezclado de impertubabilidad británica y estética metrosexual. En este recorrido narrativo, hay un elemento que me distancia un poco y es la utilización de secuencias que reiteran la misma acción desde prismas diversos, en ocasiones con integración plena mientras que a veces resultan algo gratuitos o inoperantes.

La película podría dividirse con poca dificultad en dos mitades, la primera de las cuales nos muestra el microcosmos de personajes del instituto – y en la que se recrea de forma didáctica en situaciones aparentemente tan sencillas como el revelado de un carrete fotográfico-, mientras que la segunda incide más en los preparativos de la matanza, pese a que jamás se abandona ese tono de sobriedad y crónica desapasionada, logrando en todo momento un extraño tempo narrativo que a la postre resulta su principal cualidad En esta segunda mitad llega la brevísima secuencia –un solo plano- de la ducha de los dos causantes de la misma, en la que tras una leve insinuación amorosa reconocen que van a morir “pasándolo bien”. A continuación llega la tragedia, el matar por matar. Ese germen de la violencia que quizá sea el peor virus de la sociedad estadounidense. Con bastante acierto, Van Sant decide que la tragedia mantenga el tono de sobriedad que ha caracterizado el metraje precedente. No se recrea en ella. En apenas muy pocos instantes la expone con suficiente intensidad como para que el impacto emocional sea el suficiente sin utilizar coartadas de ningún tipo.

Personalmente, considero su largo plano final en la que el superviviente del dúo de asesinos –ha asesinado a su amigo-, y en el que tiene acorralado a la pareja de novios en la carnicería del instituto, una conclusión aterradora de una película que culmina tal y como se inició –plano de cielo; el tiempo sigue pasando-, y que considero realmente atractiva, por más que uno siga prefiriendo en la filmografía de su realizador la ya lejana ON MY PRIVATE IDAHO (1991) y, sobre todo, DRUGSTORE COWBOY (1989).

Calificación: 3

6 comentarios

SinHilo -

hola
vi la película y me pareció muy buena en muchos aspectos. He leído por ahí que muchos se fastidaban con las escenas largas, la lentitud en mostrar el andar de los personajes hasta llegar a su punto de encuentro con la catástrofe. Sin embargo, yo veo ahí una genialidad. La vida es un transcurrir, y es realmente crudo ver el camino de cada personaje totalmente ajeno a lo terrible que luego le va a pasar. Me hace acordar a la película Irreversible, dónde ese lema de que "el tiempo destruye todo" deja un feo agujero en nuestro interior.
Con respecto a lo que comentan en este post, sobre eso de "No se puede mostrar a un asesino como algo cotidiano"- (julia), no estoy de acuerdo. o sea, por qué no mostrarlo asi? quién lo impide? esta película no es un documento, si se quiere saber que es lo que pasó en la masacre, habría que investigar el expediente y no se trata de eso. SE trata de una mirada sobre el tema y que luego eso nos genere pensamientos y reflexiones.

Lyn -

Wow!
Realmente me sorprendio el comentario de Julia, y creo que tiene toda la razón...
Aunque quizas si la pelicula se hubiese mostrado como usted comenta hubiere sido un tanto mas cruda y criticada...
Aunque de todos modos me gustaria verla en escena :)

caleff -

la pelicula refleja lo queun asesino sanguinario realizay solo talvez muestra antes de realizar un asesinato los asuntos perturbadores que en su vida susecen solo hacen de el una persona moralmente incepaz de ver mas alla de la vida aunque dado el caso de realidad los personajes no fueron autenticamente reales por su posterior desenlace jamas se supo que clase de pensamientos tubieron antes de morir yo en mi opinion le calificaria con un buena pelicula realizacin exelente con toques sutiles en escenas.

Julia -

La estética muestra varios grupos de la pirámide social:
-Los punks que posan para la foto.
-Las tres amigas inseparables hasta la bulimia.
-El escalafón del personaje marginado que trabaja en biblioteca.
-El personaje medio que es capaz de ser besado por una "compañera".
-El entregado a sus aficiones y con facilidad para interactuar (y fotografiar).
-El top deportista con novia formal.
-Desafortunada representación del estudiante de color que muere de una forma surrealista (se puso a tiro tras ayudar a personas que escapaban sorprendentemente sin prisa, - por desgracia en la realidad estas personas no tuvieron tiempo de pasearse así y pasaron horas retenidas tratando de salvar vidas de heridos ).

Trata el tema de la homosexualidad como un recurso estético durante la conversación de un debate en clase y recurre a ella como un tema experimental sobre "besar antes de morir" sin descubrir la orientación sexual de los personajes.

Quita peso a las motivaciones sanguinarias de estas personas que fueron realmente asesinos y de cuyas personalidades existen documentos como grabaciones caseras reales en las cuales no precisamente tocaban el piano sino todo lo contrario (apalizaban a punks en su barrio mientras les insultaban y se preparaban durante meses con gritos de guerra y armas que no obtuvieron de la noche a la mañana). Esta película no es reclamo del antifascismo sino que tacha a esos asesinos (cuya violencia fue mayoritariamente volcada en estudiantes de origen latino, de color o deportistas) de "abogar" por "cierto analfabetismo" reflejado en documentales que aparecen siendo visionados por los personajes de la película: bajo la afirmación de que "Hitler odiaba la cultura" y de que por ello hacían arder libros en las hogueras (que dista mucho de hablar claramente de la dictadura y de cómo afectaba a la población la manipulación de ideales que ni tan siquiera son nombrados).

Bajo estos puntos que la película trata de…"endulzar"? (por no sé que causa…) el resultado es que da la sensación de que 2 personajes son "de repente asesinos" dividiendo con ello la película en 2 partes. Al contrario de lo que en la película parece un plan "secreto", los adolescentes criminales no temieron en la realidad presumir de su intención ya que… nadie les creyó, y por tanto nadie estuvo preparado.

La primera mitad está caracterizada de una sencillez agradable con la clave de jugar dentro de un espacio breve de tiempo con la perspectiva de varios personajes en un cuadro formal… esta sencillez hace que la segunda mitad rompa el puzzle necesitando más tiempo para ir no se sabe cuantos días atrás y mostrar a los últimos personajes tocando el piano, jugando a videojuegos hasta que de repente consiguen armas…para asesinar.

No se puede mostrar a un asesino como algo cotidiano…
…supongo que por eso no se muestra la "realidad" de estos personajes pero es aun así un film de una gran carga poética visual que por ello se desequilibra al tratar un tema tan complicado.

Considero el resultado como una película que trata sobre las sensaciones y la fragilidad de las situaciones y ambientes cotidianos pero no exactamente como un documental.

Alberto -

Tienes que explicar más detenidamente lo de "estética metrosexual" que no lo entiendo bien.

La carencia de moralismo es la principal seña de identidad que pasea como otros alumnos por los pasillos de este Instituto Columbine.

También pasean la banalidad, las cosas (problemas) de la adolescencia, el caminar por caminar, las humillaciones, etc...

La facilidad con que el principal asesino compra un arma sólo es comparable a su habilidad para tocar el piano (espléndida contradicción y metáfora de la vida).

No quiero profundizar mucho, pues ya lo ha hecho el Sr. Vizco y sólo quería hacer un paunte curioso: el joven negro que aparece en la parte final, su comportamiento es extraño: mientras todos huyen, él se queda y busca andando, no corriendo; también es el que menos tarda desde que es presentado en morir.

Obra arriesgada que actúa como catalizador de pensamiento una vez que se visiona el cielo de los créditos finales.
Para criticar una película es necesario verla hasta el final y en ésta hay momentos en que piensas tirar la toalla, pero su corta duración invita al optimismo moderado.

Puntualización para el Sr. Vizco: el chico rubio no es el único que se salva de los presentados... ¿Quién más se salva de la muerte, Sr. Vizcaíno?

Juan -

Bueno el comentario. introduces al lector en la pelicula y eres preciso en tu critica. me gusto sigue asi. yo tengo dias esperando ver la pelicula espero verla pronto