THE BLACK ROSE (1949, Henry Hathaway) La rosa negra
Si hay algo que no se le puede negar al cine firmado por Henry Hathaway es su amenidad. Al margen de su experiencia y una serie de cualidades quizá aún no suficientemente valoradas, reconozco que entre las más de treinta películas que he visto suyas quizá no haya encontrado una sola obra maestra pero la gran mayoría de ellas son estupendos ejemplos de sabiduría cinematográfica aplicada a los más diversos géneros –western, aventuras, policíaco, etc- al tiempo que un prototipo de amenidad como tales espectáculos.
Es por esa especial confianza en la personalidad cinematográfica del veterano realizador y pese a ciertas referencias nada halagüeñas sobre su resultado, que acometí el visionado de esta THE BLACK ROSE (1950) –LA ROSA NEGRA- con bastantes reservas. Reticencias estas que con todas las matizaciones que se puedan señalar fueron disipándose muy pronto en un relato que si bien entra de lleno en las características del film de aventuras medievales realizado en Gran Bretaña en aquellos años, no es menos cierto que logra zafarse de esa pesadez que invadía otras producciones compañeras suyas de contexto genérico.
Nos encontramos en la Inglaterra del Siglo XII. La rivalidad entre sajones y normandos es algo que se palpa en los parajes rurales. Un ejemplo de ello lo constituye la rebeldía existente entre el joven sajón Walter de Gurnie (Tyrone Power) –hijo ilegítimo de un caballero fallecido que posteriormente serviría a los normandos-, que muy pronto se alía con el que será infatigable compañero Tritram Griffin (Jack Hawkins). Ambos decidirán un largo viaje al Oriente en el que toparán con un general mongol -Bayan (Orson Welles)- con el que aprenderán su crueldad en la lucha, su inteligencia y sus pragmáticas premisas: “yo solo creo en lo que veo”, afirmará. La especial relación que se establece entre Gurnie y Bayan llevará al veterano guerrero a enviar al inglés a una misión de negociación con el imperio chino. De forma paralela una joven inglesa –Maryam (Cécile Aubry)- será protegida por el sajón aunque está no reprimirá sus sentimientos amorosos hacia él.
Como se puede establecer por este sencillo recorrido argumental, THE BLACK ROSE se ofrece como una extraña simbiosis entre el film de aventuras medievales y un recorrido espiritual del personaje protagonista del relato –destinado al experto Tyrone Power que ya había encarnado un papel de similares características aunque ambientación contemporánea en la excelente EL FILO DE LA NAVAJA (The Razor’s Edge, 1946. Edmund Goulding) también para la Fox. Puede que esa interrelación chirríe en ocasiones –en la película se echa de menos aclarar la verdadera razón que incita a Gurnie a viajar a Oriente-, pero no es menos cierto que Hathaway sabe dotar de fluidez y adecuado ritmo el desarrollo del film, apoyando su relato en elementos claramente visibles.
Uno de ellos es la extraña relación que mantiene Gurney con su abuelo –Alfgar (estupendo, como siempre, Finlay Currie)-. Este por promesa que hizo años atrás a su hijo, no se dirige personalmente a su nieto, lo que provoca divertidos momentos de comedia al comunicarse casi absurdamente transmitiiendo sus mensajes a un criado, brindando finalmente un emotivo momento en la reconciliación final entre ambos.
Por supuesto, THE BLACK ROSE confirma –aunque de forma mucho más intermitente que otros títulos suyos-, la pericia de Hathaway con el uso del paisaje, que generalmente es insertado en planos generales a modo de introducción de los diferentes capítulos en los que se desarrolla el film. Por su parte la introducción del personaje del general Bayan permite establecer una extraña relación de mutua admiración entre ambos, y más allá de ofrecer el show histriónico de Orson Welles –aquí bastante eficaz-, introduce en el film una oportuna reflexión del poder de la fuerza o la inteligencia y una contraposición entre el pragmático militar y el refinado inglés, concluyendo con una secuencia de despedida realmente entrañable. Este largo fragmento de la historia incluye una secuencia de prueba a la que se somete a Gurney, estupendamente planificada y llena de tensión y en la que por otra parte no se evitará la inveterada manía de mostrar siempre el torso de Power en sus films.
El viaje iniciático del sajón y su compañero en Oriente tiene su progresión con la aventura en China por encargo de Bayan –que prefiere negociar antes que invadir el territorio-, episodio que concluirá con la muerte de Griffin –en una bella secuencia que Hathaway resuelve con apenas dos planos (uno general en el que vemos la tumba del fallecido en las afueras de las murallas chinas) y una elegante elipsis que devuelve repentinamente al protagonista a Inglaterra-. La película concluirá con el ya señalado reencuentro entre Gurney y su abuelo; el sajón ha superado en este viaje su odio a los normandos y ofrece los conocimientos adquiridos en su peripecia oriental al rey Eward (normando) que conoció con recelo en uno de los primeros momentos de la historia. Este –encarnado con especial aplomo por Michale Rennie-, posibilita su ordenación como caballero en una breve secuencia llena de eficacia.
Pese al interés general de la película, no sería justo sin embargo omitir un elemento que marca su mas evidente lastre. Este no es otro que la molesta relación existente entre Gurney y la jovencísima Maryam en una subtrama que en modo alguno trasmite credibilidad en su plasmación cinematográfica. En cualquier caso y sorprendiendo su look al venir de la mano de un Hathaway prácticamente salido de rodajes de sus célebres films policíacos para la Fox, no solo demuestra su reconocida versatilidad sino su talla como director siempre merecedor de estar en puesto de salida de lo más grandes.
Calificación: 3
1 comentario
Dyonisos -
De la extensa filmografía del Maestro Hathaway solo he visto unos cuantos films: "Tres Lanceros Bengalies" (1934); "El Camino del Pino Solitario (1936); "El Pricipe Valiente" (1954); "A 23 pasos de Baker Street" (1956) y "La Conquista del Oeste" (1962). Y por supuesto el film del que has hecho la critica. Hasta ahora Hathaway no me ha defraudado, puede que no tenga Obras Maestras pero sin duda que sus peliculas son atractivas, bellas visualmente, buenas historias y unos repartos de autentico lujo casi siempre.
De "La Rosa Negra" yo destacaria como en todo el Cine de Hathaway, los paisajes (que a mi entender funciona en todos sus films como un personaje mas). Sin duda Hathaway sabía como rodar en exteriores y más de un cineasta de hoy debería visionar sus peliculas para aprender.
Los actores están sensacionales todos: Orson Welles, Tyrone power, Jack Hawkins e incluso me encanta el abuelo de nuestro protagonista (Finlay Currie) que será el excelente Pedro de "Quo Vadis?" (1951) de Mervyn LeRoy.
Solo un pero en el reparto:Cecile Aubry.No solo no me gusta su actuacion sino que su personaje no me merece credibilidad ninguna por no decir que su personaje a mi entender sobra en la historia.
Lo hermoso de esta pelicula es que su narracion nos lleva Inglaterra, Norte de Africa, Medio Oriente y China por lo que nuestro viaje por esta pelicula es multicultural e historico a la vez, en un tiempo en que China y Oriente Medio estaban más avanzados que Europa. Aparte la supuesta sencillez de la historia de este film de aventuras no es tal, pues a mi parecer trata de multiples temas como el honor familiar,las dudas existenciales del Protagonista provocadas por su falta de arraigo a su familia o a su pais, la legitimidad de las conquistas, confrontacion entre idealismo y realismo, avances cientificos...etc que quizás a más de un cinefilo puedan confundir o incluso desconectar de la trama principal pero, a cada visionado este film de Hathaway con esa mezcla de simplicidad y complejidad acaba siendo lo que hace a esta pelicula ser tan atrayente aún hoy en dia.
Esto es todo, solo decirte JC que pronto tendré para visionar las siguientes peliculas de Hathaway: "Sueño de amor eterno(1935); "Johnny Apollo(1940); "China Girl" (1942); "Barreras de Orgullo" (1956) y "Del Infierno a Texas" (1958). Poquito a poco iremos visionando las magnificas peliculas de este gran "artesano" de Hollywood que fué Henry Hathaway.
Un Saludo desde Vigo.