THE HORROR OF IT ALL (1963, Terence Fisher)
Para quienes –como es mi caso-, tuvimos en la juventud e inicio en nuestro amor al cine, a la comedia y el cine fantástico en la cabecera de preferencia de los géneros cinematográficos, no es de extrañar que sintamos debilidad ante aquellos títulos que han combinado ambas tendencias. No obstante –es una opinión muy personal-, creo que en la Historia del Cine se han producido no demasiados títulos plenamente logrados en esta vertiente concreta de desmonte / parodia del cine de terror. Ciertamente, y por encima de las brillantes aportaciones de Roman Polanski –THE VAMPIRE KILLERS (El baile de los vampiros, 1967)-, Mel Brooks –YOUNG FRANKENSTEIN (El jovencito Frankenstein, 1974), su título más célebre y logrado- o Peter Jackson -la muy posterior THE FRIGHTENERS (Agárrame esos fantasmas, 1996)-, no dudo en mencionar las que considero las muestras más valiosas registradas dentro de este subgénero. Pienso que estas se representan en la trilogía no relacionada iniciada en pleno periodo silente por Paul Leni –THE CAT AND THE CANARY (El legado tenebroso, 1927)-, y seguida décadas después por las casi paralelas THE COMEDY OF TERRORS (La comedia de los terrores, 1963. Jacques Tourneur) y THE NUTTY PROFESSOR (El profesor chiflado, 1963. Jerry Lewis). Dejando de lado el último de los títulos, firmado y protagonizado por uno de los últimos grandes nombres de la comedia americana, los dos referentes mencionados procedieron de personalidades directamente implicadas con el género a lo largo de su trayectoria. Por esta misma razón, la reiterada admiración sostenida por ese maestro del cine fantástico que fue Terence Fisher, y el propio hecho de resultar un título prácticamente invisible para el gran público –en España no se llegó a estrenar comercialmente-, en su momento me generó un especial interés a la hora de contemplar este finalmente tan divertido como irregular THE HORROR OF IT ALL (1963), que Fisher dirigió para una pequeña productora -la Lippert Films- antes de la admirable THE GORGON (La gorgona, 1964) –en el seno de Hammer Films-. Nos encontramos en plenos años 60, durante los cuales se gesta y consuma la defunción del sistema de cine de géneros. Y uno de los rasgos más característicos de esta progresiva disolución consistió en la aparición de numerosas parodias o desmontes de las diversas variaciones temáticas que definieron la edad de oro del clasicismo cinematográfico. Evidentemente, el cine de terror no iba a ser una excepción, y de forma curiosa en ese mismo 1963 se gestaron sendas comedias sobre su propio ámbito por parte de los que han sido –a mi juicio- los más grandes artífices del mismo; Terence Fisher y Jacques Tourneur. Del segundo ya hemos mencionado su THE COMEDY OF TERRORS, mientras que el título que nos ocupa en buena medida viene a ser una revisitación del ya veterano THE OLD DARK HOUSE (El caserón de las sombras, 1932) que realizó James Whale –y que curiosamente en ese mismo año retomaría William Castle en un ‘remake’ para Hammer, con mediocre resultado-.
En un ambiente contemporáneo se encuentra en Londres Jack Robinson (Pat Boone), vendedor americano de enciclopedias en Londres, quien llega de forma un tanto expeditiva a la mansión de su prometida Cynthia (Erica Rogers), en la que reside la tan extravagante como siniestra familia Marley. La misma está compuesta por una galería de personajes extraídos de los arquetipos al uso; un anfitrión siniestro y de elegante dicción. El viejo profesor estrafalario. Un ser monstruoso encerrado en el subsuelo, una joven de atavismos vampíricos y caníbales. Un anciano / patriarca sordo que vegeta en el ático y otro pariente / actor en decadencia. A partir de este material de base –ciertamente nada original- en primer lugar, hemos de constatar la escasa entidad del guion de Ray Russell. Por su parte, se nota que Fisher no se siente muy a gusto con el material que tiene entre manos –nunca ocultó su desagrado ante el resultado del film-. Sin embargo, ello no impide que en su puesta en escena se detecten esos tan reconocibles juegos espaciales inherentes a su estilo fundamentalmente en las secuencias desarrolladas en salones, encuadres con escaleras o en la propia y siniestra escenografía del invernadero. En algunos de sus momentos la inventiva visual de Fisher llega a hacernos recordar los ecos de ese expresionismo estético tan habitual al cine de terror de la Universal durante los años 30, puesto que en el abordado en su trayectoria tuvo una importancia fundamental el uso del color –esta es una producción en blanco y negro-. Por otro lado, son evidentes las referencias concretas que se realizan a títulos emblemáticos del género como HOUSE OF USHER (La caída de la casa Usher, 1960. Roger Corman) –la secuencia en la que al anfitrión describe los antecedentes familiares mostrando las máscaras de los difuntos-, THE RAVEN (El cuervo, 1935. Lew Landers); la trampa a que es sometido Robinson que casi acaba con su vida-, e incluso la paralela y magistral THE HAUNTING (1963, Robert Wise), así como la constante referencia que supone la ya mencionada THE OLD DARK HOUSE. Es obvio señalar que en THE HORROR OF IT ALL hay bastantes gags y buenos momentos. A este respecto no podría dejar de destacar algunos detalles impagables; el viejo patriarca que en la cama lee la revista Playboy a solas. La alusión que la vampírica Natalia (estupenda Andre Melly) indica a Robinson en plena comida hablando con los demás comensales de asesinatos, al decirle: “¿Quiere morcilla?”. La ingeniosa trampa con la que es atrapado el protagonista cuando quiere huir por la puerta de la mansión. O esa impagable invención de un carruaje fúnebre sin caballos en las que huyen los protagonistas... teniendo como claxon ¡la 5ª sinfonía de Bethoveen!
Detalles como los reseñados en la realización y el tono farsesco dominante en la función, no impide reseñar los elementos que juegan en su contra. Uno de ellos es la presencia del insípido Pat Boone como protagonista –una especie de Ben Affleck cantarín de los años 50 y primeros 60, quizá contratado para que en un momento determinado cante una estúpida canción mediado el metraje-. A falta de un protagonista / actor con el que el público se pueda identificar y, fundamentalmente, en la ausencia de un guion consistente que uniera debidamente los diferentes personajes que vemos a lo largo de la película, esta carece de unidad –ello sin mencionar lo enrevesado de su resolución final-. Sin ir más lejos, si en ese mismo año Tourneur legó en el seno de American International el impagable reverso cómico de la mencionada THE COMEDY OF TERRORS, es porque de antemano contaba con un fantástico guión de resonancias shakesperianas –firmado por Richard Matheson-, repleto de sutilezas, giros y dobles sentidos –poco apreciados por el público en su momento-, un reparto insuperable y el competente equipo de producción ya utilizado por Roger Corman para sus films del ciclo de adaptaciones de Poe, en los cuales el maestro francés supo servirse de forma tan sencilla como admirable. Sin embargo, en el caso de THE HORROR OF IT ALL nos encontramos con un título desigual, menor en la trayectoria de Fisher, aunque no por ello despreciable. Por supuesto, se sitúa por encima del ya mencionado remake de THE OLD DARK HOUSE desganadamente urdido por William Castle. Lo situaría incluso a la altura del sobrevalorado y poco revisado título que le sirvió de referencia –el THE OLD DARK HOUSE de Whale-, puesto que en algunos momentos adquiere ese cierto ‘grado de locura’ –del que sería un ejemplo perfecto el capriano ARSENIC AND OLD LACE (Arsénico por compasión, 1944)- que, de haber sobrellevado a lo largo de todo su metraje, hubiera permitido encontrarnos con una propuesta digna de figurar en las antologías. No es el caso, pero tampoco su resultado era merecedor de ese olvido generalizado al que ha sido sometido durante décadas –y que mucho me temo se prolongará en lo sucesivo-. Bien es cierto que Fisher hacía las cosas mucho mejor, pero no es menos evidente que muchos otros realizadores conocieron éxitos con productos de menores cualidades. Por eso, desde sus limitaciones y elementos para el regocijo, bueno sería que THE HORROR OF IT ALL pudiera ser exhibido de forma regular y conociera una edición digital, permitiendo establecer una visión más completa que quien ha ofrecido la aportación más admirable al cine fantástico en toda su historia.
Calificación: 2’5
0 comentarios