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CINEMA DE PERRA GORDA

IL MATTATORE (1960, Dino Risi) El estafador

IL MATTATORE (1960, Dino Risi) El estafador

Habrá muchas maneras de resaltar la vitalidad, inventiva y permanencia de la comedia italiana en la segunda mitad de los años cincuenta e inicios de los sesenta. Una de ellas sería, por ejemplo, comparar dos títulos bastante parejos y rodados prácticamente al mismo tiempo. Uno, español, es LOS TRAMPOSOS (1959, Pedro Lazaga) y otro, italiano IL MATTATORE (El estafador, 1960. Dino Risi), una auténtica delicia filmada por Dino Risi y que se encuentra totalmente olvidado, aunque probablemente sea una obra de mayores cualidades que otros títulos del realizador.

Las virtudes de IL MATTATORE se centran en primer lugar en la presencia de un personaje central absolutamente arrollador –Gerardo-, del que un pletórico Vittorio Gassman ofrece una interpretación basada en las imitaciones, disfraces y escarceos cómicos. Gerardo es un antiguo timador que está casado y trabaja honradamente, por lo que añora la vida que llevaba hasta entonces. En esa tesitura, el matrimonio recibe la extraña visita de un joven que desea venderles a bajo precio un candelabro de plata. En realidad se trata también de un estafador, por el que nuestro protagonista, después de descubrirlo, muestra cierta condescendencia, relatándole su historia y trayectoria en la “profesión”, generalmente basada en la utilización de disfraces –lo que permite a Gassman dar rienda suelta a  su magnífico potencial histriónico. A partir de ese planteamiento inicial, el film de Risi –especialmente apoyado por un guión y, sobre todo, unos diálogos magníficos-, describe con tanta ironía como precisión un entorno de timadores amparados en una Italia que se adentra en la industrialización y en barrios de nueva construcción, pero conservando esa personalidad tan genuina, que en el fondo es la que permite que personajes como nuestro protagonista resulten simpáticos y llenos de carisma.

Una vez más, el encanto de IL MATTATORE proviene de la conjugación de un buen número de talentos, que fueron una inolvidable fuente de inspiración e hicieron de la comedia italiana un referente aún totalmente vigente. Pero tampoco se puede negar que Dino Risi supo orquestar esos elementos y servirlos con gran eficacia basándose, como antes señalaba, en unas situaciones magníficas –la acumulación de timos que se ejecuta es en algunos momentos delirante, no sabiendo finalmente quien engaña a quien- y unos diálogos francamente sensacionales, en los que se destaca una tipificación en el habla popular del entorno, al tiempo que sirven para reforzar la capacidad humorística y satírica del relato.

Y en toda comedia italiana que se precie, ha de resultar fundamental la labor de sus actores. En esta ocasión no solo funciona la premisa en la figura de Gassman o el impagable Pepino de Filippo, sino que el film de Risi cuida de forma muy acusada la galería de personajes secundarios, formando un conjunto magnífico que permite la presencia de personajes espléndidamente descritos e interpretados, pese a una ocasional escasa presencia en pantalla. Y es que uno llega a sentir pena ante el semblante abatido del joyero ante Gerardo, que le acaba de robar delante de su rostro un anillo de diamantes, la hilarante presencia en lugar secundario de la abuela de Pepino de Filippo –ciega y sorda, y con un permanente tembleque en las manos-, o ese industrial hipócrita que busca con sobornos que le concreten una contrata en su “pasta al huevo”. Con esta galería, se alcanzan secuencias tan magníficas como la estafa que sufre dicho empresario en plenas oficinas militares, o la impagable simulación de Gassman travestido como una envejecida Greta Garbo que viaja a Italia en su retiro. Ambas merecen figurar por derecho propio entre las mejores páginas del género en Italia.

IL MATTATORE ofrece finalmente un inteligente doble giro final, cuando el relato del protagonista al presunto timador retorna al tiempo presente. Una conclusión que podría dar a entender un cierto carácter moralista al relato, pero que afortunadamente tendrá su fin con una mirada cómplice ante estos auténticos artistas de la estafa y la falsificación de personalidades, dentro de una Italia que se adentraba en el progreso, y en la que la presencia de la picaresca era aún un referente constante.

Calificación: 3

1 comentario

Purificación Ávila -

Me gusta muchísimo su web, cómo despliega todo su amor por el cine. Impecable toda ella. Me ha animado el sábado.