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CINEMA DE PERRA GORDA

IL SORPASSO (1962, Dino Risi) La escapada

IL SORPASSO (1962, Dino Risi) La escapada

Es bastante probable que IL SORPASSO (La escapada, 1962) sea la película más célebre en la trayectoria del director italiano Dino Risi (1916 - 2008), aunque quizá quepa dudar de que se trate de la mejor muestra de su amplia filmografía. En cualquier caso, es indudable consignar que se trata de uno de los referentes más conocidos y representativos del cine italiano de los sesenta –un periodo de especial brillantez en su primera mitad para la que quizá quepa definir como la mayor cinematografía europea-, aunque personalmente me atreva a poner en tela de juicio la mitología generada, en la medida que nos encontramos con un marco en el que se estrenaron auténticas obras maestras, grado en el que jamás se podría introducir el título que nos ocupa.

 

Y es que, unido a un general reconocimiento de sus virtudes, el paso de los años no ha evitado que se hayan mostrado comentarios y posicionamientos críticos, que incluso cuestionan las cualidades del film de Risi, definiendo su conjunto como uno de los falsos prestigios de un realizador al que de alguna manera no dudan igualmente en cuestionar en el alcance de su valía. Como en estos caso lo que vale es la apreciación personal, he de señalar que IL SORPASSO me parece un título que mantiene bastante de los rasgos positivos que se le han atribuido, aunque no es menos cierto que en ella se detecta un alcance discursivo –especialmente manifestado en su célebre pirueta final argumental-, y personalmente uno quepa preferir otras propuestas del realizador menos prestigiosas, pero que a mi modo de ver permiten mostrar de manera más clara esa vertiente popular y la inclinación hacia la comedia del italiano. En ese sentido, títulos como LA NONNA SABELLA (1957) o IL MATTATORE (El estafador, 1960) revelan las posibilidades y límites del realizador milanés. En esta ocasión se muestra igualmente esa capacidad para la comedia popular destacada en la descripción de tipos, en la manera con la que se introducen elementos que conforman toques de comedia acertados –la visita a la vieja casona de los familiares del joven Roberto (Jean-Louis Trintignan)-, y que personalmente considero tienen su expresión más rotunda en la irresistible energía desplegada por Vittorio Gassman a la hora de encarnar su personaje protagonista de Bruno. Como si fuera un precedente italiano del narcisista Buddy Love que Jerry Lewis plasmaría un año después en su excelente THE NUTTY PROFFESOR (El profesor chiflado, 1963. Jerry Lewis), Bruno es una manifestación física, rotunda, atrayente y al mismo tiempo odiosa, representativa del prototipo de italiano que logra insertarse en una nueva cultura del hedonismo, al haber logrado vislumbrar un periodo desarrollista en su país, tras tantos años de penuria y crisis y emergiendo de las consecuencias del fascismo.

 

En ese sentido, nadie puede negar que IL SORPASSO se erige como una auténtica crónica sociológica de un nuevo periodo de aparente prosperidad para Italia. A través del repentino encuentro entre Bruno y el joven Roberto –un estudiante de abogacía, tímido y aún inexperto ante la vida-, se logra plasmar toda una radiografía de una sociedad en transformación, describiendo a base de pequeños episodios la presencia de una tipología humana que no olvida ni la presencia del clero, la alienación que marcan esas playas llenas de ávidos bañistas en provocativos bikinis, las alusiones a la actualidad cinematográfica del momento –la cita a Antonioni-, la fisicidad que emana de esas carreteras que recorren nuestros protagonistas, nuevas y recién asfaltadas, definitorias de una Italia abierta al turismo y el ocio, e incluso el eco de otras generaciones más veteranas, dominadas por su ascendencia rural –esos ya mencionados parientes de Roberto-, en las que se dejan entrever tanto elementos de rechazo –el criado decididamente homosexual-, como el eterno puritanismo –la hilarante observación de Bruno, que permite detectar la lejana infidelidad de la tía del muchacho-, mostrándose en otros pasajes la emergencia de toda una fauna especulativa, unos nuevos poderes, representados en personajes tan oscuros como el jefe de bruno, con quien se encuentra sorpresivamente, o ese ya maduro pretendiente de la hija de este. Por otra parte, ni que decir tiene que todos y cada uno de estos elementos temáticos, ya habían sido planteados en el contexto del cine italiano, y en no pocas ocasiones con mayor grado de profundidad y acierto, bien sea este un terreno satírico como en una parcela puramente dramática. Es en este sentido donde de alguna manera cabría cuestionar el pretendido alcance de esta película, máxime en un contexto como el inicialmente descrito en el que nos podemos encontrar con un conjunto de títulos y aportaciones cinematográficas de interés bastante superior al del título que nos ocupa. Sin embargo, es evidente que IL SORPASSO alcanza una textura especial, que en buena medida queda definida en su propia configuración como película. Esa misma definición de su radio de acción en el seno del puente estival de agosto, la fisicidad que emana de su look visual –espléndida fotografía en blanco y negro de Alfio Contini-, la adscripción como evidente road movie, la química que ofrece la labor de Gassman y Trintignan, o la presencia –a mi juicio excesiva- de conocidos éxitos de la canción del momento, utilizados de forma diegética- son elementos que finalmente permiten que nos encontremos ante un conjunto que quizá de la impresión de ofrecer más de lo que en realidad aporta.

 

En ese sentido, donde personalmente considero que IL SORPASSO encuentra su mayor grado de debilidad, es precisamente donde por lo general se valoran en mayor medida sus virtudes; el guión escrito al alimón por el propio Risi, Ettore Scola y Ruggero Maccari. Esa condición de apólogo moral y la insistencia en definir los diferentes y episódicos personajes que aparecen en la función como arquetipos sociales de la Italia del momento, considero que evitan que la película alcance un mayor grado de autenticidad, y su fauna humana adquiera una mayor consistencia y credibilidad. En ese sentido, el choque emocional final incide en esa hasta cierto punto molesta tendencia discursiva, y en buena medida marca el alcance de un conjunto que en modo alguno precisaba de elementos de schock para afianzar su eficacia.  Pese a observar en ciertos momentos pequeños subrayados que se muestran en las secuencias desarrolladas en la playa lo cierto es que si algo destaca con el paso del tiempo en la película, es precisamente la capacidad cinematográfica de su realizador, por lograr mantener el interés cinematográfico en un relato definido por una situación única, aplicando un notable dinamismo visual acompañado por una clara capacidad de observación psicológica –un ejemplo; la mirada por la ventana de la tía de Roberto, contemplando como se marcha Bruno, que instantes antes ha logrado halagar en ella su propio atractivo- que, cierto es reconocerlo, no se haría posteriormente tan extensivo en su cine. En este sentido, reconociendo la progresiva inclinación moralista que la película transita en su tercio final –a partir del reencuentro de Bruno con su ex esposa-, y asumiendo que esta no deja de suponer más que un guiño a un tipo de cine “adulto” bastante considerado en aquel tiempo, creo que el paso de casi medio siglo, de un lado nos permite atisbar la relativa vigencia del film de Risi, al tiempo que evidencia en sus imágenes un prestigio quizá desmesurado.

 

Calificación: 3

1 comentario

Eugenio Murcia -

Buen film, pero prefiero otras películas de Risi, sobre todo "Vida difícil", "Il vedovo", "Alma perdida" (basada en el genial Giovanni Arpino") o la graciosa "El signo de Venus".