FIVE CAME BACK (1939, John Farrow) Volvieron cinco
Aunque los augurios presagiaban una historia bastante apergaminada, y pese a que los esquematismos hagan acto de presencia en más de una ocasión, lo cierto es que FIVE CAME BACK (Volvieron cinco, 1939. John Farrow) –una historia a la que el mismo realizador volvió en 1956, firmando un remake titulado BACK FROM ETERNITY (Regreso a la eternidad)- se erige como una tan elemental como atractiva cinta de aventuras. Una propuesta además que se adelanta en varias de sus características a títulos como THE FLIGHT OF THE PHOENIX (El vuelo del Fénix, 1965) o el previo THE HIGH OF THE MIGHTY (1954, William A. Wellman), y que consigue remontar su esquematismo y un rodaje en estudios, para erigirse como un relato en donde el interés nunca decae, en el que los giros del guión funcionan, y que incluso llega a proponer una solapada parábola sobre la relatividad de nuestro lugar en el mundo. Todo ello, además de introducir ciertos elementos relativos al origen de la sociedad, puestos en boca del prisionero anarquista que encarna con verdadera intensidad Joseph Calleia.
Desde un territorio del sur de Estados Unidos se embarca un avión con destino a Panamá, que tripulan una decena de pasajeros de diferentes características. Desde un amable matrimonio de avanzada edad, una mujer al parecer de dudoso pasado que quiere iniciar una nueva vida, un joven acaudalado que viaja para casarse en secreto con su secretaria, o el guardaespaldas de un mafioso que se lleva a su pequeño hijo, con la intuición de que está en peligro. Finalmente, se encontrará el prisionero anarquista Vasquez, que es escoltado para ser extraditado por Mr. Crimp (John Carradine), obsesionado por cobrar los cinco mil dólares que ofrecen de recompensa por su captura. Todos ellos formarán una variopinta galería de personajes, que junto a los dos pilotos y su sobrecarga iniciarán el vuelo, realizando un aterrizaje en tierras mejicanas. Una vez reiniciado el vuelo, las adversas condiciones climatológicas propiciarán la llegada de averías, aspecto por el cual los pilotos tendrán que realizar un aterrizaje de emergencia. Entretanto habrán sufrido la baja del sobrecarga, que caerá al vacío desde el avión, al salvar al niño que se encontraba en peligro. Una vez en tierra se planteará el deseo de escapar de un lugar que se antoja de bastante compleja salida. A partir de esa necesaria convivencia, es cuando se establecerán inusuales relaciones entre los viajeros y la tripulación, especialmente entre el condenado Vasquez y el veterano matrimonio. Poco a poco se irán reconstruyendo y reparando los motores, coincidiendo con la escucha de tambores y la sospecha de que existen aborígenes en territorios cercanos, que en primer lugar eliminarán al ya señalado Crimp. La urgencia se impondrá para huir por medio del propio avión desde allí, pero en última instancia las posibilidades del aparato demandarán un máximo de cinco tripulantes para que el vuelo pueda llevarse a efecto. En ese momento aflorarán las tensiones y nervios entre todos ellos, haciéndose cargo de la situación –pistola en mano- Vasquez, quien de antemano se postulará para quedarse, puesto que de llegar a su destino sería de inmediato condenado. Junto a él compartirán destino el matrimonio de ancianos, mientras que en esos momentos pensará qué personas podrán ocupar finalmente el aparato. La desesperación hará mella en el acaudalado Judson Ellis (Patric Knowles), aspecto este que finalmente no le servirá de nada, muriendo en una lucha contra el anarquista que ha tomado el mando. El aparato finalmente alzará el vuelo, y en el suelo se quedarán la vieja pareja y ese terrorista que ha logrado encauzar la situación. Será el anciano marido quien señalará a Vasquez que si los atrapan los lugareños serían objeto de tortura, por lo que les sugiere que los maten sin que ellos se den cuenta. Lo que desconoce el anciano es que solo restan dos balas en la pistola de su portador, que utilizará atendiendo dicha petición y, con ello, condicionando un destino que quedará descrito al verse entre sombras de nativos que muy pronto acabarán con él… aunque de una manera especialmente siniestra.
FIVE CAME BACK es una película que tiene su mayor valedor en la realización de John Farrow, que ya entonces dejaba entrever una notable impronta como narrador, y que en este caso concreto tiene una eficaz demostración en sus primeros minutos. La llegada de los pasajeros y los preparativos están descritos con acierto y una acusada movilidad de la cámara, inusual en el cine de aquellos años. Pocos minutos después, y gracias también a la labor del impagable Nicholas Musuraca en calidad de operador de fotografía, se logran unos eficaces instantes de tensión, ante la tormenta que se desarrolla, al que hay que unir el relato que ofrece el viejo Profesor Spengler (C. Aubrey Smith) sobre las reducciones de cabeza realizada por los jíbaro. Para acabar de rematar unos instantes llenos de inquietud, la radio anunciará el asesinato de un capo mafioso –padre del niño-, dejando a este desolado.
La inclemencia de la tormenta romperá unas bombonas que abrirán una de las puertas del avión, encontrándose el niño en claro riesgo. Para salvarlo acudirá el sobrecarga, pero un giro repentino llevará a este –como antes señalábamos- al abismo, ante la impotencia de los horrorizados pasajeros. En su conjunto, todo este fragmento supone un modelo de progresión cinematográfica. Ya en el largo fragmento desarrollado tras el aterrizaje forzoso, el relato se tornará más sereno y sus personajes se caracterizarán por su afán de colaboración. Pero entre ellos tres destacarán la comodidad que de manera repentina se ha apoderado de ellos. Uno de ellos es Vasquez, que se sentirá libre en el terreno inhóspito al que el destino le ha llevado y el otro el ya indicado matrimonio, que recordarán sus primeros años como pareja y el aire sosegado que les imprime su forzado lugar de resistencia. Tras casi un mes de convivencia todos los personajes habrán encontrado una transformación en sus vidas, integrándose en la historia un último elemento de guión. Un giro, que vendrá a resolver aquello que el título de la película reclamaba.
En suma, FIVE CAME BACK queda descrita como una pequeña propuesta de aventuras de marcado carácter psicológico, y si el vuelo cinematográfico llega a su destino –valga la expresión-, viene dado por el dinamismo que le imprime su realizador, las audacias visuales de Musuraca y la aportación que ofrecen algunos de los componentes del reparto –especialmente los más veteranos, así como la eficaz Lucille Ball- Y es que, contra todo pronóstico, el film de Farrow sobrelleva en su interior una nada desdeñable vigencia como modesta producción de género.
Calificación: 2
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Jorge Trejo -