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CINEMA DE PERRA GORDA

THE TRAP (1959, Norman Panama)

THE TRAP (1959, Norman Panama)

Siempre he sentido una entrañable simpatía hacia Norman Panama. Junto con Melvyn Frank, y disputándose en ocasiones diferentes tareas, fueron durante los años cincuenta y sesenta uno de los tandems más curiosos de la comedia americana, aunque en la andadura de ambos se albergara películas que abordaran otros géneros. En todo caso, personalmente me quedaría con ese estupendo vodevil dirigido por Panama en 1966 –NO WITH MY WIFE, YOU DON’T (Bromas con mi mujer, ¡No!)- que Frederick Raphael rechazó en su momento y siempre despreció en sus declaraciones, pese a resultar una de las comedias con mayor timming de aquel año. Unamos a ello THAT CERTAIN FEELING (1956), otra atractiva comedia –esta codirigida con Frank-, y de Melvin Frank no puedo dejar de citar dos de sus títulos que, sin ser especialmente brillantes, sí al menos albergan un cierto grado de atractivo –STRANGE BEDFELLOWS (Habitación para dos, 1965) y, en menor medida, BUONA SERA, MRS. CAMPBELL (Buona sera, Señora Campbell, 1968)-. Y al margen de estas preferencias, llevo bastantes años tras la pista de la última comedia que filmara Panama, THE MALTESE BIPPY (¡Que muertos más divertidos!, 1969) que, pese a no disponer de referencias muy positivas, no mengua mi interés ante el hecho de poderla contemplar algún día.

Dicho esto, la contemplación de THE TRAP (1959), produce en primer término un notable grado de extrañeza, estando firmado por parte de un hombre caracterizado en su mayor parte por la comedia. Pero así era el cine de Hollywood en aquellos años en los que las transformaciones industriales llevaron a numerosos de sus profesionales y realizadores, a formular la incursión en diferentes géneros. Pero lo que realmente aprecia el espectador en esta singular producción de la Paramount es, en primer lugar, la mixtura de géneros que se percibe ya desde sus primeros fotogramas. En efecto, nos encontramos con una mezcla de cine noir desarrollada en un ámbito muy cercano al western. Un subgénero que quizá no tuvo una implantación demasiado extensa, pero del que emerge con especial significación el estupendo BAD DAY AT BLACK ROCK (Conspiración de silencio, 1955. John Sturges). No cabe duda que THE TRAP bebe de una manera bastante clara de dicho referente y, para ser sincero, no llega a la altura del mismo. Sin embargo, ello no debe impedirnos reconocer en este modesto pero indudablemente atractivo ejercicio de estilo, la fuerza que podía emanar de títulos como el citado de Sturges, o VIOLENT SATURDAY (Sábado trágico, 1955) de Fleischer.

THE TRAP se caracteriza, como los títulos anteriormente citados, ya de entrada por la atmósfera opresiva que ofrece, no los rasgos oscuros que definieron las producciones noir, sino precisamente su reverso; el insufrible y asfixiante ambiente de calor que rodea una zona fronteriza entre los Estados Unidos y México. En concreto, dos vehículos se dirigen hacia la localidad de Tula. Un ambiente lacónico se desprende de los primeros compases de la película, hasta llegar a una pequeña ciudad, dejando en ella actuar a Ralph Anderson (un magnífico Richard Widmark). Este es un abogado que no ha podido sucumbir a las redes que en su momento le tendiera el mafioso Víctor Massonetti (un no menos espléndido Lee J. Coob). Dicha circunstancia le forzará a asumir algo que en realidad detesta; tener que enfrentarse con su padre, el sheriff de la localidad, para que decida dejar sin vigilancia el pequeño aeropuerto y dejar marchar a Massonetti hasta México, haciéndole comprender que caso de no hacerlo la ciudad –que tienen sitiada sin que sus habitantes lo perciban- sería masacrada por sus hombres. Han pasado los suficientes años como para que el rencor que el padre tiene hacia Ralph, se manifiesten desde el primer momento –este durante ese espacio de tiempo no ha dado señales de vida, después de una breve experiencia carcelaria-. Junto al padre, se encuentra el otro hijo, hermano de Ralph –Tippy (Earl Holliman)-, que además de casó con Linda (Tina Louise), una mujer que en el fondo amaba al hermano ausente. Pese a las reticencias del padre y sheriff, este finalmente accederá a la petición de Ralph, con la condición de no volverlo a ver. Sin embargo, cuando todo se encuentra a punto de tener su adecuada conclusión, la debilidad de Tippy, al tiempo que su deseo de alcanzar la recompensa de quince mil dólares que ofrecen por el gangster, solo contribuirá a que el padre de ambos sea asesinado, iniciando lo que podríamos denominar un juego del “gato y el ratón”, encaminado a lograr por un lado llevar a Masseratti ante la justicia y por otro –y este es el más importante en el devenir de la película-, lograr escapar del acoso que sus hombres aplican hacia los dos hermanos Anderson, Linda, y los dos ayudantes que el sheriff asesinado sobrellevaba. A partir de ese momento, THE TRAP se extenderá en un recorrido por los adustos y áridos caminos del sur de los Estados Unidos, huyendo del acoso de los hombres de Masseratti –que lograrán acabar con el coche de los ayudantes del sheriff-. En ese aspecto concreto, hay que reconocer que el film de Panama funciona casi a la perfección, trasladando al espectador esa sensación de atmósfera asfixiante de calor, unida a la tensión física emanada por las situaciones vividas –la llegada a esa tasca que aparece casi fantasmalmente en pleno exterior desierto, contemplando antes a su dueño asesinado en el exterior de la misma-.

Pero al mismo tiempo, y junto a esa vertiente física, la película logra articular un elemento psicológico de notable calado, al trasladar al espectador la frustración y mezquindad existente en ese Tippy –atención al primer encuentro con su hermano, cuando este lo encuentra borracho y con manchas de carmín en el cuello-, que durante años ha sido el hijo ejemplar para su padre, y esposo de Linda –una mujer que en el fondo se casó con él por pena-, pero que no dudará en caer en la tentación que le brinda Masseratti al recoger esos veinticinco mil dólares que antes ha rechazado su hermano, quien años atrás pagara injustamente por un accidente que en realidad cometió Tippy. En la incardinación de ambas vertientes, en la presencia de valiosos episodios de tensión en sus últimos minutos –la carrera por los cañones rocosos en jeep entre Ralph y el buscado delincuente; el encuentro con una falsa patrulla policial-, lo cierto es que pese a su asumida condición de serie B, THE TRAP emerge como un título a tener en cuenta. Un thriller terroso, seco y adusto, prácticamente desconocido por el público, que por un lado rompe la visión que hasta el momento albergaba sobre la profesionalidad de Norman Panama, al tiempo que supone una apuesta más de la “política de las películas” tan defendida por mi y, por supuesto, se erige como uno de sus mejores y, más sorprendentes títulos.

Calificación: 3

1 comentario

Germán Barón Borrás -

Estamos ante un gran film, una joyita de aire y ambiente que conectan con " Conspiración de Silencio"