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CINEMA DE PERRA GORDA

OPERATION SECRET (1952, Lewis Seiler) Guantes grises

OPERATION SECRET (1952, Lewis Seiler) Guantes grises

Dentro de una filmografía que se extiende a cerca de noventa títulos, buena parte de ellos cortometrajes, e inserta incluso del propio periodo silente, lo cierto es que la figura del norteamericano Lewis Seiler representa a la perfección uno más de esos artesanos medios, eficaces, pero en pocas ocasiones realmente inspirados, que poblaron la andadura del cine clásico de su país. Su producción abarca los géneros más populares, de entre los que cabría destacar el western y el cine bélico, vertientes ambas cuyas muestras han llegado hasta nosotros con mayor precisión. Precisamente del segundo de ellos procede el título que comentamos OPERATION SECRET (Guantes grises, 1952), una serie B de la Warner Bros que, justo es reconocerlo, con facilidad podemos ubicar entre lo más atractivo legado por su artífice. Y estas cualidades podemos establecerlas ya desde su propio material de base, proporcionado por el guión de Harold Medford y James R. Webb. La relativa originalidad del mismo estriba en plantear el punto de partida de su argumento una vez ha concluido la II Guerra Mundial, y se han depurado parcialmente las responsabilidades emanadas en la misma. Para ello, se citará en Parias a una serie de personajes que durante la contienda mantuvieron entre si relaciones a diferentes niveles. De todos ellos la cámara de Séller establecerá su lugar de partida, mostrando las vistas aéreas de las mismas, entre las que destacará una arrasada ciudad alemana. Dichos personajes se centrarán en un antiguo oficial de la Gestapo -Herr Bauer (el siempre excelente Jay Novello-), un elegante hombre que proviene de Estados Unidos –Marcel Brevoort (un inicialmente sorprendente Steve Cochran)-, y un oficial que ha perdido un ojo –el Mayor Latrec (Kart Malden)-. La reunión de todos ellos se debe a intentar buscar el responsable del asesinato en plena contienda de uno de los responsables de un comando soviético que operaba en la Francia ocupada desde 1940. La autoría del crimen en principio recae sobre Peter Forrester (Cornel Wilde), del qe se desconoce su paradero desde entonces, y será la unión del testimonio de todos los presentes, a los que se unirá de manera sorpresiva otra de las componentes del comando soviético –Maria Corbet (Phyllis Thaxter)-. El atractivo que emana de OPERATION SECRET, se centra ante todo en la atractiva combinación que se ofrece de su estructura en forma de flash-back, que nos serán relatados por los citados, y la valiosa incardinación de todos estos episodios, en los que ninguno de ellos realmente miente, sino que son planteados partiendo de la personalidad de cada uno de sus relatantes y protagonistas. Para ello, la película elige inteligentemente un cast en el que la tipología de sus intérpretes –y la traducción española del film será reveladora al respecto-, contribuye a forjar un recorrido que por momentos nos acerca a ciertas producciones de alcance hitchockiano –FOREIGN CORRESPONDENT (Enviado especial, 1940), SABOTEUR (Sabotaje, 1942)-, sin dejar de desmarcarse en cierto modo de un cierto tono anticomunista que se esgrime de manera sutil en el relato. Sin embargo, esta circunstancia no acude en menoscabo de un relato que no solo funciona con verdadera pertinencia a la hora de mostrar la lucha de una oposición forjada por elementos de diferentes países, en contra del invasor nazi –es magnífica la manera con la que Brevoort describe la fecha en la que conoció a sus compañeros en 1940; la que marcó la ocupación nazi en Francia-, describiendo con presteza como ciudadanos y combatientes de diferentes países e ideologías contrapuestas, unirán sus objetivos contra un invasor común. Y será indudablemente atractiva la inclusión de secuencias y pequeños momentos de carácter documental, que se integran a la perfección, tanto dentro del tono fotográfico ofrecido porTed D. McCord, como por la magnífica dirección artística de interiores, en las que el aroma a ruina, la presencia de lugares secretos, sótanos, en la que hay personajes que aparentan personalidades que no son en realidad –Forrester y Maria llegarán a simular ser un sacerdote y una monja para poder burlar la persecución de los nazis-.

Quizá como nunca en el resto de su obra, Lewis Seiler logró además en OPERATION SECRET, plasmar un auténtico apólogo moral, bastante antes de que el ampuloso Stanley Kramer de JUDGMENT AT NUREMBERG (Vendedores o vencidos, 1961), apostando tímidamente por ese intento de reconciliación que se estableció en la sociedad civil europea, incluso con aquellos que colaboraron de manera activa con el III Reich –el ejemplo pertinente lo ofrecerá el personaje encarnado por Novello-. Esa capacidad para mostrar diferentes perfiles psicológicos, caracterizados por su credibilidad, es una de las mayores virtudes de un relato que funciona a varios niveles, y que en su tercio final logra alcanzar un notable grado de complejidad, puesto que en sus protagonistas se revelará la verdadera personalidad que alberga su interior, dentro de un contexto de sinceridad forjado por esa reunión de resistentes, que en un momento determinado revelarán su compromiso por los valores democráticos. Será un elemento en el que se mostrará a las claras la verdadera intención de aquellos que lo han propugnado pero en realidad no creen en ellos.

El film de Lewis Seiler, logra confluir en su trazado diversas líneas vectoras. La que describe la operación auspiciada por el ejército británico a la hora de bombardear unas instalaciones de material bélico, la traición marcada por uno de los componentes del grupo, el romance interrumpido que se fraguará entre el desaparecido Forrester y Marie… y la propia y misteriosa desaparición de este, a quien se da como desaparecido, y al que inicialmente se acusará del asesinato del camarada soviético que en 1940 decidiera la rendición ante los acosadores oficiales nazis. Trepidante en todo momento, creíble en su ambientación, máxime cuando se trata de un film rodado cuando la contienda mundial había dejado de ser un tema de especial interés, y especialmente brillante a la hora de exponer las consecuencias de la misma cuando han transcurrido varios años desde su conclusión –reitero la enorme fuerza que adquiere ese plano aéreo que revela una ciudad alemana arrasada por completo-, OPERATION SECRET es una de esas pequeñas películas en la que a su propia humildad, va unida una serie de valores y cualidades –sobre todo marcadas en el trazado de sus personajes- quizá ausentes en títulos más prestigiosos.

Calificación: 3

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