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THE HEIRESS (1949, William Wyler) La heredera

Cuando se lleva a cabo el rodaje de THE HEIRESS (La heredera, 1949. William Wyler), el universo literario de Henry James, apenas había tenido un par de manifestaciones cinematográficas –entre ellas, la excepcional THE LOST MOMENT (Viviendo el pasado, 1947. Martin Gabel)-. En esta ocasión, Wyler atisbó las posibilidades de este original literario, a través de la adaptación teatral que brindaron Ruth y Augustus Goetz, a partir de la novela
THE DESPERATE HOURS (1955, William Wyler) Horas desesperadas

Dentro de la desconcertante andadura fílmica de William Wyler en aquellos años cincuenta, tras el éxito logrado con su incursión en la comedia que supuso ROMAN HOLIDAY (Vacaciones en Roma, 1953), decidió introducirse de nuevo en un ámbito más o menos discursivo –tal y como expresaba DETECTIVE STORY (Brigada 21, 1951)-, formando parte de ese conjunto de producción más o menos habitual en aquellos años, en donde desde u
... (... seguir leyendo)DETECTIVE STORY (1951, William Wyler) Brigada 21

Dentro de un contexto en el que el cine norteamericano, ofrecía no pocas de sus mejores muestras dentro del ámbito del noir, una vertiente del mismo se denominó procedural, centrado en el tratamiento de problemáticas surgidas desde el interior del propio estamento policial. Es algo que ejemplificaría con rotundidad el extraordinario y muy cercano en el tiempo WHERE THE SIDEWALK ENDS (Al borde del peligro, 1950. Otto Preminger). Nos encontramos ante la prehistoria de un
... (... seguir leyendo)ROMAN HOLIDAY 1953, William Wyler) Vacaciones en Roma

Como pudo suceder con Billy Wilder con WITNESS FOR THE PROSECUTION (Testigo de cargo, 1957), ROMAN HOLIDAY (Vacaciones en Roma, 1953), es una feliz rareza en la obra de William Wyler. Lo es en la medida que suponía un auténtico reencuentro con la comedia –no me encuentro entre los que ensalzan su apreciable pero limitada, y muy lejana en el tiempo, THE GOOD FAIRY (Una chica angelical, 1935), y es evidente que las secuencias de raíz cómica que aparecían en COM
... (... seguir leyendo)DEAD END (1937, William Wyler) [Calle sin salida]

Por completo imbuido por esa aura de seriedad que caracterizó el cine producido por Samuel Goldwyn en aquellos años, es evidente que el magnate vio en Wyler un realizador idóneo, a la hora de trasladar argumento y planteamientos revestidos de severidad y una cierta aura de prestigio –dicho sea esto sin ánimo peyorativo-. Fruto de dicha circunstancia, aparece el proyecto de DEAD END (1937), que Goldwyn asumió, al contemplar una de las exitosas representaciones de la obra de Sidney
... (... seguir leyendo)THE SHAKEDOWN (1929, William Wyler) El testaferro

Cualquier espectador que se acerque con inocencia al visionado de THE SHAKEDOWN (El testaferro, 1929) se puede llevar una impresión que no concuerda con el estereotipo que albergamos sobre la figura de su realizador; William Wyler. Por muy contrapuesta que se la visión que se pueda tener del artífice de la maravillosa THE BEST YEARS OF OUR LIVES (Los mejores años de nuestra vida, 1946), lo cierto es que resulta difícil asumir como en los prim
... (... seguir leyendo)DODSWORTH (1936, William Wyler) Desengaño

Si hay un elemento que personalmente me resulta especialmente atractivo en el melodrama norteamericano de los años treinta, es precisamente esa ocasional facultad para plasmar en la pantalla una serie de problemáticas que posteriormente se revelarían como perdurables y universales, y que trasciendan los límites sociales hasta aquel entonces considerados dentro del marco de lo permisible. No importaba que en ocasiones se tratara con un
... (... seguir leyendo)CARRIE (1952, William Wyler) Carrie

Es curioso destacar como a la hora de citar los melodramas más famosos y reconocidos firmados por William Wyler –y siempre dejando de lado el lugar que ocupa su obra cumbre: THE BEST YEARS OF OUR LIVES (Los
... (... seguir leyendo)HOW TO STEAL A MILLION (1966, William Wyler) Como robar un millón y...

Vista ahora, casi cuatro décadas después del momento de su realización, sorprende hasta cierto punto que William Wyler –el director “prestigiado” por excelencia de toda una larga época de Hollywood-, aceptara rodar una comedia plenamente integrada en los parámetros de moda en aquellos tiempos –de los que nunca negaré mi especial aprecio-, conducidos por nombres como Stanley Donen, Richard Quine o Blake Edwards entre
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